¡Una mala copia!

Por Staff

¿Cómo saber que algo no es un original, sino una mala copia?

 

Un crítico de arte, un chef, la mujer y su bolsa de marca, reconocen inmediatamente una mala copia porque están muy familiarizados con el original. Ya sea porque somos los creadores o conocemos muy de cerca al creador de la marca o a la marca misma.

 

Y lo mismo debe pasar en lo espiritual; debemos estar muy familiarizados con Dios, Jesús y el Espíritu Santo para que nadie confunda nuestra fe, y así perderla, pues no ignoramos que tenemos un enemigo que trabaja de día y de noche para hacernos perder nuestra confianza en nuestro Dios.

 

Lo podemos ver en este pasaje:

«El rey dice así: No os engañe Ezequías, porque no os podrá librar. Ni os haga Ezequías confiar en Jehová, diciendo: Ciertamente Jehová nos librará; no será entregada esta ciudad en manos del rey de Asiria. No escuchéis a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: Haced conmigo paz, y salid a mí; y coma cada uno de su viña, y cada uno de su higuera, y beba cada cual las aguas de su pozo«El rey dice así: No os engañe Ezequías, porque no os podrá librar. Ni os haga Ezequías confiar en Jehová, diciendo: Ciertamente Jehová nos librará; no será entregada esta ciudad en manos del rey de Asiria.» (Isaías 36:14-15 RVR1960)

 

¡Necesitamos reconocer el original de una mala copia pues nuestra confianza estará en juego!

 

Y te pregunto: ¿Dónde está nuestra confianza? ¿Qué pasa cuando cuestionamos nuestra confianza? ¿Qué pasa cuando nos cuestionan nuestra confianza?

 

Ezequías, un rey temeroso de Dios, se encontraba sitiado por Senaquerib, rey de Asiria. Senaquerib, rey poderoso, sabía amedrentar a cualquiera, aún a otro rey, ya que sabía muy bien manipular la situación.

 

Un rey por demás orgulloso y muy soberbio, que osa desafiar el poder de Dios y cuestionar nuestra confianza:

«El rey dice así: No os engañe Ezequías, porque no os podrá librar. Ni os haga Ezequías confiar en Jehová, diciendo: Ciertamente Jehová nos librará; no será entregada esta ciudad en manos del rey de Asiria.» (Isaías 36:14-15 RVR1960)

 

¿Cuántas veces has escuchado a Senaquerib cuando estás sitiado con tus problemas y situaciones difíciles?

 

Empieza con sus argumentos que pueden hacer decaer nuestra fe: “A poco con una oración y ya”. “No esperes que te caiga del cielo”. “Ponte a trabajar”. Por supuesto que debemos tener iniciativa, pero nuestra fe puede decaer y desanimarnos. “¡Ya ves, oraste y nada sucedió!”. Senaquerib, hablándonos.

 

Qué fuerte la declaración de este monarca al pueblo contra su propio rey: “No os engañe Ezequías, ni os haga confiar en JEHOVÁ…”

 

Hoy en día hay muchos “Senaqueribs”, en las redes sociales, entre nuestros compañeros, amigos, familia… Y te pregunto ¿Dónde está tu confianza?

 

El diablo es una mala copia de nuestro Dios. Mira las palabras que dijo este rey, quien es un símbolo de nuestro enemigo de nuestras almas: «No escuchéis a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: Haced conmigo paz, y salid a mí; y coma cada uno de su viña, y cada uno de su higuera, y beba cada cual las aguas de su pozo, hasta que yo venga y os lleve a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de vino, tierra de pan y de viñas.» (Isaías 36:16-17 RVR1960)

 

Ahora compara con las Palabras del Señor: «Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel;» (Deuteronomio 8:7-8 RVR1960)

 

El espíritu de Senaquerib viene y te dice “una mala copia” de lo que te dice Dios, pero sin cumplirla, y si no reconoces la copia del original, te aseguro que te llegarán las facturas tarde que temprano.

 

Pero la Palabra dice: «Mejor es confiar en Jehová Que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Jehová Que confiar en príncipes.» (Salmos 118:8-9 RVR1960)

 

Senaquerib, es un espíritu arrogante y que se pone a Dios. Desafiante “pero que no tiene poder si nosotros no se lo damos”.

 

Cuando venga Senaquerib, hagamos lo que hizo Ezequías, oremos: «Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye todas las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente.» (Isaías 37:17 RVR1960)

 

Pero ve la respuesta de Dios ante las palabras necias de Senaquerib:

“Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni arrojará saeta en ella; no vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. Porque yo ampararé a esta ciudad para salvarla, por amor de mí mismo, y por amor de David mi siervo. Y salió el ángel de Jehová y mató a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos. Entonces Senaquerib rey de Asiria se fue, e hizo su morada en Nínive.” (Isaías 37:17, 33, 35-37 RVR1960)

 

DIOS HACE LAS COSAS EN ORIGINAL PORQUE ÉL ES AUTÉNTICO

 

«Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.» (Salmos 91:2 RVR1960)

 

«Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.» (Salmos 22:5 RVR1960)

 

El saber reconocer el original nos llevará a tomar decisiones correctas y reconocer lo bueno y lo malo en el sentido correcto.

 

¿Cómo? Familiarizándonos, acercándonos cada día al original y teniendo discernimiento para distinguir lo bueno y lo malo.

 

“Y NOSOTROS, COMO HIJOS DE DIOS, NO SOMOS COPIAS, SOMOS ORIGINALES”

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