Tus consolaciones son alegría

Por Staff

«En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma.» (Salmos 94:19 RVR1960)

 

Ciertamente lo que estamos viviendo nos lleva a tener tantos pensamientos, tantas preocupaciones, tantas angustias; pero ha llegado el momento de poner en práctica la Palabra del Señor y creer, como Él nos lo dice: «Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?» (S. Juan 11:40 RVR1960)

 

Tiempos de creer, tiempos de abrigarnos bajo la sombra de Sus alas, tiempos de resguardarnos mientras que pasen las tribulaciones:

«Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé Hasta que pasen los quebrantos.» (Salmos 57:1 RVR1960)

 

Quizá hay tantas malas noticias que perturban nuestros pensamientos, pero qué alentadoras palabras dice el salmista: “tus consolaciones alegraban mi alma.”

 

¿Y qué si el Señor ha puesto a toda la humanidad a prueba para buscarle, para arrepentimiento, para conocerle, y para decirle a Su Iglesia que Él es nuestro ¡AYUDADOR y CONSOLADOR!?

 

Él es nuestro Consolador, en Él está anclada nuestra alma.

 

«Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto.» (Isaías 51:3 RVR1960)

 

No podemos dejar que nuestros pensamientos nos lleven a desconfiar, pues tenemos a Dios como nuestro CONSOLADOR ¡ALELUYA!

 

En este tiempo dejemos consolarnos por nuestro Dios, por Su Palabra que alegra nuestra alma.

«Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.» (Nahúm 1:7 RVR1960)

 

¿No nos alegra el alma ésta declaración? Además, el CONSOLADOR está en nosotros desde que recibimos a Jesús como nuestros Salvador ¡GLORIA A DIOS!

 

«Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.» (S. Juan 14:16-17 RVR1960)

 

¡Cómo no alegrarnos, aún en la multitud de nuestros pensamientos, con toda la Palabra que ha dicho!

 

Iglesia, amigos, «Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?» (S. Juan 11:40 RVR1960)

 

«Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo. Y veréis, y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba; y la mano de Jehová para con sus siervos será conocida, y se enojará contra sus enemigos.» (Isaías 66:13-14 RVR1960)

 

Para la humanidad, para la Iglesia, son tiempos peligrosos, pero una cosa debemos de hacer: «Por el contrario, aférrense bien al SEÑOR su Dios como lo han hecho hasta ahora.» (Josué 23:8 NTV)

 

Que en todo esto que estamos pasando el Señor sea glorificado por Su pueblo, sabiendo que Él es nuestro CONSOLADOR.

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