“Pero en cuanto a vosotros oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación…” (Hebreos 6:9)
¿Con qué actitud llegamos al templo, a la reunión, a la iglesia (hablando de los santos, de la iglesia)? ¿Qué nos motiva estar ahí?
¿No dice en Su Palabra: “Entrad por sus puertas con acción de gracias y alabanza.”?
Amigos, hermanos, quizá todavía tenemos la costumbre de antaño: “Voy a darme una vuelta, a ver a mis amigos”. “Me han dicho que ahí se pone bien, pues iré”. “Vine de visita solamente”.
¿Tenemos actitud de turista, vamos sólo de visita, para conocer?
Nuestra actitud al estar en comunión con la iglesia (conjunto de los creyentes), definitivamente tiene qué cambiar.
Como dice el versículo: “estamos persuadidos de cosas mejores” ; y lo que sucede, o nos puede suceder al congregarnos depende de nuestra actitud.
¿Vamos como turistas, de paso? ¿Cuántas veces hemos llegado como espectadores?
Sólo nos dedicamos a observar a cada persona, lo que sucede, quién entra, quién sale; cómo predica el pastor. Puedo escribir tantas cosas de lo que podemos hacer como espectadores. Pero todo se reduce a una acción: “Ver”. No hay más.
¿Sabes por qué tiene qué cambiar nuestra actitud para ir al templo? Sólo por nosotros. Nos estamos perdiendo lo que Dios quiere hacer para nuestro bien; no agudizamos nuestros oídos a la Palabra, porque estamos enfocando nuestro sentido en ver; y perdemos lo dicho por el Señor a través de las palabras del Pastor. Pero todo es culpa de nuestra actitud. No tenemos un enfoque correcto al asistir.
Cuando tenemos el primer amor, el cual no se debe perder (pero sucede) deseamos que la semana pase muy rápido para que se llegue el domingo y escuchar la voz de Dios a través del Pastor.
Eso es llegar como EXPECTANTES: ¿Qué tiene el Señor para mí? ¿Qué debo hacer para extender Su reino? ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Qué debo cambiar? ¡Voy para recibir mi milagro!
¿Cuántas cosas no pasarían en nuestra vida y en la de la iglesia si tan sólo cambiáramos nuestra actitud? ¿No recibieron al Espíritu Santo cuando estaban reunidos en la iglesia primitiva del libro de los Hechos? Cambio de actitud: ¡Estaban EXPECTANTES!
Él siempre está expectante de Sus hijos, espera que al congregarnos lleguemos con la esperanza de recibir Su favor, Su gracia, Su misericordia… que ya tiene preparado para nosotros.
¿No es importante la armonía y unidad en el cuerpo de Cristo? Sí, pues ahí Él envía vida eterna.
Cambiemos nuestra actitud al congregarnos, no lleguemos sólo de paso, como turistas. No seamos espectadores nada más ir para ver, sino que: ¡Esperemos que Su Diestra se extienda en nuestro favor, y que se agrade de nuestra actitud!
Creo que Él quiere sorprendernos con Sus de “repentes”, ahí en la adoración, ahí en el tiempo de predicación; aún en el momento de la ofrenda o anuncios, como ya ha sucedido. ¡Sólo tenemos qué cambiar la actitud! Tu milagro está a la distancia de un cambio de actitud.
Lleguemos a cada reunión EXPECTANTES, esperando escuchar la voz de Dios, esperando recibir de Su gracia y favor, extendiendo nuestras manos como lo haríamos con nuestro padre terrenal esperando todo de él.
Amigos, hermanos, no desperdiciemos este tiempo al congregarnos, dejemos de llegar como turistas, como espectadores solamente.
Lleguemos EXPECTANTES para recibir de nuestro Padre Celestial, lo que Él preparó de antemano para Sus hijos, ¡NO LO PERDAMOS POR LA ACTITUD! Estemos persuadidos de cosas mejores al llegar a la casa de Dios con un espíritu receptivo.
¡CAMBIA TU ACTITUD Y RECIBE TU MILAGRO!
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