“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” (Romanos 8:37 RVR1960)
Esperamos que en ese tiempo que estamos viviendo estemos aprendiendo cómo vivir nuestro día a día y cómo escribir nuestra historia de la mano de nuestro Dios.
Dice el versículo: “Antes, en todas estas cosas, …” ¿Qué cosas? La enfermedad, los contagios, la economía en declive, matrimonios en pleitos, familias en contienda, familias perdiendo sus seres querido; en fin… “Antes, en todas estas cosas …”, y lo volvemos a repetir, “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”.
¿Cuántas y cuán hermosas promesas nos ha escrito Dios para este tiempo? ¿Cómo escribir nuestra historia junto con Él?
Poniendo nuestra confianza en el único en que nos puede ayudar; y sabemos que lo que le pedimos nos lo dará más abundantemente de lo que siquiera imaginamos. ¡CONFIANZA!
Si se trata de enfermedad, Él nos ha dicho:
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.” (Santiago 5:16 RVR1960)
Muchas veces sufrimos enfermedades que son causadas por la falta de perdón y por la ofensa y no nos damos cuenta de ello y no vemos nuestra sanidad ni con el uso de la medicina, porque el origen es espiritual y no físico, pero: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores…”
En donde la economía y los trabajos escasean Dios dice:
“…tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin.” (Deuteronomio 11:12 RVR1960)
Él lo hará una vez más; abrirá camino en donde no hay. ¡Confianza! Escribe la historia junto con Él.
“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” (Hebreos 13:8 RVR1960)
Así es nuestro Dios, poderoso para hacer más abundantemente de lo que necesitamos, entendemos, pedimos o imaginamos. ¡CONFIANZA! De esta manera podemos escribir nuestra historia junto con Él porque sabemos que es el mismo Dios de ayer, hoy y siempre. ¡ALELUYA!
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