“Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.” (Tito 2:9-10 RVR1960)
Cierto que cuando tenemos una casa, o recién la compramos, pensamos siempre: “¿Cómo vamos a decorarla para que se vea elegante y más bonita?”
Si tenemos suficiente dinero, hablamos a un decorador de interiores, o vamos a las ofertas, vemos Pinterest, y ¡Listo! ¡Ya está! ¿Verdad?
Y con cada detalle vamos adornando nuestra casa; y te pregunto: ¿Como hijo de Dios adornas la doctrina?
Dice la Palabra: “…para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador”.
Como padres deseamos que nuestros hijos se comporten adecuadamente cuando vayamos a una tienda o estemos en casa de amigos, tal como les hemos enseñado ¿verdad?
Quizá en algunas ocasiones lo hacen, y en otras no; pero ¿Cuál es tu reacción y tu sentir? ¿No nos sentimos defraudados y tristes?
¿Como hijos de Dios le estamos agradando en todo?
El apóstol Pablo exhorta a que nuestro comportamiento como hijos de Dios, sea agradable, apacible, con cordura, con sometimiento a nuestras autoridades, de una manera respetuosa, sin hablar de una manera ruda de nuestro gobierno, o de nuestros padres, o autoridad espiritual, maestros, etc.
Sino que nuestra manera de actuar sea verdaderamente del reino, que ponga el nombre del Señor muy en alto.
Como dice Pablo, no “defraudando”, pues lo podemos hacer en nuestra forma de expresarnos de quienes nos instan a honrar; y deja en entredicho nuestro testimonio.
¿Cómo adornar la doctrina? Pues tenemos en la Biblia de pasta a pasta, cómo presentar argumentos como hijos de Dios; tenemos en el libro de Proverbios, consejos que nos instan a seguir para ser sabios y agradar al Padre en toda nuestra manera de vivir.
Este libro tiene un capítulo para cada día de tu vida, te instruye cómo vivirla, qué decir y a dónde ir. Así que, puedes leer diariamente para que tu vida verdaderamente adorne la doctrina que Jesús, y para no defraudar a nadie; pues recuerda que como padres, abuelos, tíos etc., tenemos una responsabilidad de dejar un legado con trascendencia eterna.
Así adornaremos la doctrina de nuestro Señor y Dios.
“SER COMO JESÚS ES NUESTRA META”
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