“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,” (Efesios 5:18 RVR1960)
Frente a nuestros ojos están pasando tantas y tantas perversidades que antes no se habían visto, una generación desenfrenada, una generación guiada por sus emociones, una generación inclinada a sus concupiscencias, una generación sin identidad, una generación sin metas, una generación confusa… “Una generación sin vino”.
¿Qué es una generación “sin vino”?
Es aquella que vive alimentándose y buscando su felicidad y alegría en todas las pasiones mundanas que llenan por un instante, pero de igual manera se esfuman y queda el vacío. Buscan su deleite en antros, en redes (no estamos en contra de ellas si se emplean para edificarnos) sin ningún filtro ni control. Tratando de saciarse del mundo y buscando una recompensa inmediata a sus deseos y pasiones.
Disolución significa relajación de vida y costumbres. ¿Peligroso verdad?
Por eso dice la Palabra:
“¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? ¡Oídme atentamente: comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.” (Isaías 55:2-3 RVR1960)
¿Por qué sin vino?
Buscamos la llenura en todas partes menos en donde se encuentra verdaderamente: ¡En el Espíritu Santo: El vino nuevo!
Quizá las personas asistan a la Iglesia, al grupo correspondiente, a cada actividad, pero no están llenos de la verdad. Y al final se sienten vacíos.
¡Cuántos jóvenes y no tan jóvenes perdiéndose en su mente, cuántos siendo impactados por “ influencers”, de tal manera que cambian su vida para mal, creyendo que la vida de ellos es fenomenal sin saber la realidad! “Hoy vivimos una era virtual”; pero la vida es más tangible que eso.
El ir por la vida experimentando el vacío nos llevará a caminos para llenarnos de cosas que no satisfacen, que de la misma manera que entraron, saldarán, dejando un doble vacío. Y así andar por la vida buscando qué nos llene, en sitios donde no hallaremos más que un terrible vacío.
Por eso dice el Señor: “No te embriagues, no te llenes de cosas que no satisfacen para bien, que no te llevan a lo eterno, que son efímeras y banales”.
¡Qué peligrosa es una generación sin vino, sin la llenura del Espíritu Santo!
Esto ya sucedió una vez:
“Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel.” (Jueces 2:10 RVR1960)
¡Qué triste puede ser la senda de esta generación sin vino!
Oremos para que sea derramado el vino del Señor sobre esta generación, que sea llena de Su vida, de Su gozo, de Su alegría; de tal manera que no haya necesidad de estar buscando “influencers” que llenen sus vidas de mentiras, o en una dirección equivocada alejándolos de la verdad.
Oremos para que busquemos ser llenos del Espíritu Santo, del vino que llena y que da verdadero gozo y gozo eterno.
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.” (Romanos 8:14 RVR1960)
¡Demos testimonio que somos guiados por Él porque somos Sus hijos!
“Seamos una generación llena de Su Espíritu Santo, llena de Su gozo y alegría, para impactar a la siguiente generación”
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