«Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.» (Salmos 37:4 RVR1960)
Como cristianos no hemos aprendido muy bien lo que es verdaderamente “deleitarse”. Quizá cuando leemos las Escrituras, lo hacemos de una manera rápida, sin concientizar, ni profundizar lo que Dios nos quiere decir; por eso el Señor nos insta a inquirir, desmenuzar, profundizar en Su Palabra:
«Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; …» (S. Juan 5:39 RVR1960)
Deleitarse significa proporcionar un deleite a alguien. ¿Muy profundo verdad? Es hacia nosotros y/o hacia otra persona.
Él nos pide “DELÉITATE EN MÍ”, pues esto nos va a favorecer a nosotros y a Él.
La palabra en hebreo es “anag“, nos ordena encontrar placer en Dios. El Señor quiere que inclinemos nuestro corazón hacia Él. Y al hacerlo, descubriremos un gozo indescriptible, tal como lo dice en Su Palabra: “Acércate a Dios y Él se acercará a ti.” (Santiago 4:8)
¿Por qué? Porque el verdadero deleite en Él nos hace perder de vista lo que nosotros queremos, para anhelar lo que Él desea.
Y la mejor manera de dejar de preocuparnos es apartar los ojos de las circunstancias y fijarlas en Cristo, quien es la verdadera fuente del deleite de nosotros como creyentes.
¿CÓMO ME DELEITO?
NOS DELEITAMOS EN SU EXCELENCIA
Me deleito en quien es Él, en Su excelencia.
«Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.» (Salmos 19:1 RVR1960)
Dios nos creó con el anhelo de admirar todas las maravillas de quién es Él y Su excelente grandeza.
Cuando nos deleitamos en las excelencias de Dios, llegamos a comprender que es todo lo que anhelamos. ¡Aleluya!
NOS DELEITAMOS EN SU PRESENCIA
«Y Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija en Jehová, Mi poder se exalta en Jehová; Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, Por cuanto me alegré en tu salvación.» (1 Samuel 2:1 RVR1960)
Ana se deleitó en el Señor y Él le concedió el hijo que tanto anhelaba.
Dios está dispuesto a acercarse a nosotros si solamente estamos dispuestos a apoyarnos en Su presencia a través de la oración, a través meditar en Su Palabra escucharle y obedecerle.
Dediquémonos a descubrir en la Biblia lo que Él revela sobre Su carácter y Sus formas de obrar y no podremos evitar deleitarnos en Su excelencia.
NOS DELEITAMOS EN SU AYUDA
«Pero yo cantaré de tu poder, Y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo Y refugio en el día de mi angustia. Fortaleza mía, a ti cantaré; Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia.» (Salmos 59:16-17 RVR1960)
¿A quién iremos en tiempo de angustia, en tiempos de dolor?
El único que nos sacará del pozo de la desesperación será el Señor nuestro Ayudador.
NOS DELEITAMOS PORQUE ÉL PELEA POR NOSOTROS
«Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.» (Éxodo 14:14 RVR1960)
Él nos promete responder cuando oramos de acuerdo a Su voluntad porque le da gloria a Su Hijo.
«Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.» (Salmos 46:10 RVR1960)
Él desea darse a conocer y nosotros debemos dejarlo actuar en nuestras necesidades.
NOS DELEITAMOS EN SU GRAN AMOR POR NOSOTROS
«Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.» (Romanos 5:8 RVR1960)
«…seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.» (Efesios 3:18-19 RVR1960)
¿Cuántos versículos son necesarios para comprender Su amor?
“De tal manera amó Dios al mundo…” Creo que Su amor es suficiente para deleitarnos en Él sin preguntarnos cómo lo haremos ¿Verdad?
¡SU AMOR ES SUFICIENTE!
NOS DELEITAMOS EN SU MISERICORDIA Y SU COMPASIÓN
«Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.» (Isaías 1:18 RVR1960)
«Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.» (Lamentaciones 3:22-23 RVR1960)
Basta con levantarnos cada mañana y agradecer a Dios Su misericordia y compasión.
¿Creemos que ahora, con todo lo que hemos aprendido, lograremos deleitarnos con nuestro Creador?
ORACIÓN
Padre: levanta una generación que te admiremos y nos deleitemos en ti, de tal manera que se convierta en un placer insaciable que supere todo lo que este mundo nos ofrece en este tiempo y en el venidero. En el nombre de Jesús. ¡Amén!
“DELEITÉMONOS SÓLO EN ÉL”
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