“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.” (S. Juan 10:11 RVR1960)
Es bien sabido por todos que las ovejas son animalitos que no sobrevivirían solos, así que, necesitan a un pastor.
El salmista expresa justamente esa necesidad en el Salmo 23, tan conocido por todos nosotros, y el mismo David lo experimentó en su propia vida y vio reflejada esta necesidad también en sus ovejas, cuando era pastor de ovejas. Este pasaje nos revela lo que un buen pastor hace por sus ovejas y lo que Él quiere hacer con nosotros.
Él quiere asegurarse que nosotros sepamos que se compromete a satisfacer todas las necesidades físicas, emocionales y espirituales que podamos tener.
Déjame compartir algunos pasajes de este Salmo:
“En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.” (Salmos 23:2 RVR1960)
Con un pastor, las ovejas pueden disfrutar de verdes pastos, beber de aguas tranquilas y vivir con seguridad.
¿Pero estamos dispuestos a dejarnos guiar por el pastor?
“Jehová es mi pastor; nada me faltará.” (Salmos 23:1 RVR1960)
Este es el tipo de relación que Dios quiere con nosotros: “Es mi Pastor”, un Dios muy personal; y es exactamente la relación que necesitamos, especialmente en una crisis como esta que estamos viviendo.
Y continúa la Palabra diciendo:
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.” (Salmos 23:4 RVR1960)
¿Cuáles son tus sombras que entenebrecen tu presente?
Quizá la ansiedad, la desesperación, depresión, la falta de provisión, preocupación por el futuro, una enfermedad, temor al contagio de este virus…
Dice la Palabra: “No temeré mal alguno”. ¿Por qué? Porque Él estará conmigo. Su presencia infunde aliento; y cuando Él está con nosotros, hay paz.
El Salmista sigue diciendo:
“Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.” (Salmos 23:5 RVR1960)
Él te pondrá mesa en medio de todas tus angustias, preocupaciones… Y a esos que te están oprimiendo, los avergonzará. ¡Aleluya! “Y en tu casa moraré por largos días”.
¡Él nos asegura un lugar eterno en Su presencia.Y disfrutar los cuidados del BUEN PASTOR!
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