Cuando aún…

Por Staff

“Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.” (S. Lucas 15:20 RVR1960)

 

Cada vez que lo leo, me asombra el amor de un padre terrenal: “aunque el hijo estaba lejos”…

A pesar de la distancia dice que el padre fue movido a misericordia. 

Si el amor de un padre terrenal es tan fuerte como nos lo describe  este pasaje, cuánto más el de nuestro Padre Celestial.

 

Vamos a hablar de este tema pero quitemos lo religioso, quitemos el conocimiento solamente de la palabra; y pongamos nuestro corazón y nuestra fe delante de este suceso. Aunque no hayas conocido el amor de tu padre terrenal, que desgraciadamente nos falla, ni hayas conocido a tu padre, quisiera que podamos conocer ese amor de nuestro Padre Celestial como Él desea mostrarnos: ¡AMOR PURO!

 

Esta parábola, no es más que una muestra de Su amor. 

“…Aún estaba lejos …”  ¿Cuán lejos estamos de Dios? ¡Qué hermoso es saber que el amor del Padre es maravilloso como dice en Su Palabra:

“…seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.” (Efesios 3:18-19 RVR1960)

 

“Si aún de lejos”, Su amor de Padre lo movió a misericordia, ¿cuánto más hará si nos acercamos a Él? 

 

Vamos a pasar a otra etapa: perdona a tu padre terrenal; perdona el haberte abandonado, perdona todo lo que está en tu corazón que no te deja sentir la libertad para amar verdaderamente, y perdona que aún estando presente no nos puede dar amor.

 

Deja atrás todo rencor y extiéndete a lo que está “adelante:” el amor de nuestro Padre Celestial que, aún alejados, nos ama, pero ahora que estamos cercanos abundaremos en misericordia y en bondad.

 

Seguramente nosotros estamos alejados pero Él es el que está siempre cercano:

“…produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré.” (Isaías 57:19 RVR1960)

 

Vamos, acerquémonos cada día más y más, y disfrutemos la anchura, la longitud la profundidad y la altura de Su amor que excede a todo conocimiento y aprendamos a vivir en Su plenitud.

Perdona a tu padre terrenal y extiende tus brazos a tu Padre Celestial, que anhela tu cercanía.

 

¡Si aún estando nosotros lejos de Él, se mueve a misericordia, cuánto más estando cercanos!

 

¡CONOZCAMOS SU AMOR PURO!

¡¡¡FELIZ MES DEL PADRE!!!

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