“…aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), …” (Efesios 2:5 RVR1960)
Jesús vino a cambiar vidas, para que tengan un gran propósito.
Sólo un vistazo en Su Palabra nos damos cuenta que Él lo podrá hacer con la nuestra.
Cambió la vida de un simple pescador, que era Pedro, a un gran hombre que hacía milagros, y a su vez lo transformó en pescador de hombres.
Cambió la vida de Rut la moabita, que era viuda, vivía tiempos difíciles, de hambre. La cambió por una vida de prosperidad al lado de su nuevo esposo Booz.
Cambió la vida de Saulo, un perseguidor de la iglesia, a un apóstol entregado hasta la muerte por su Dios. Que escribió parte del Nuevo Testamento y libros que hasta nuestros días son de inmensa bendición.
Cambió la vida de Jabes, cuyo nombre significaba dolor, por bendición:
“E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.” (1 Crónicas 4:10 RVR1960)
Cada uno de estos personajes vivieron tiempos muy duros que forjaron sus vidas; pero al llegar a las manos del Alfarero fueron transformadas para cambiar vidas a su vez.
Jesús, es el gran transformador de vidas, estábamos muertos en pecado, en nuestros delitos, Él vino a las vidas de cada uno de ellos, los limpió por medio de Su sangre, ellos le siguieron, y sus vidas fueron cambiadas.
Cuando Él llega a cualquier humano cambia sus tinieblas en luz.
Quizá pienses que tu vida no vale nada, pero déjame decirte que cuando le buscamos de corazón y le seguimos, nuestra vida, que creíamos que no valía la pena vivir, la transforma en una vida llena de propósitos.“Pruébalo y verás”
Lo hace literalmente como dice en Su Palabra:
“Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.” (Salmos 30:11 RVR1960)
Jesús, es el gran transformador de vida, síguelo, obedécelo, hazlo Señor de tu ser, deja que Él tome el control de tu caminar y tu lamento lo cambiará en danza.
Haz la oración de Jabes, y el transformador de vidas ensanchará tu tierra.
¡EL CAMBIADOR DE VIDAS TE ESPERA!
¡PRUÉBALO Y VERÁS!
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