«Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.» (S. Mateo 16:19 RVR1960)
¿Qué pasa cuando alguien te da las llaves de su casa? ¿No te sientes halagado por la confianza que depositan en ti?
O ¡imagínate que te den las llaves de una ciudad! Un gran privilegio.
Pero qué gran privilegio tenemos como hijos de Dios que entregue a Sus hijos “las llaves del reino”; así como Jesús salvó al mundo y recibió las llaves del reino, Él nos las entrega a nosotros ahora.
¿Qué significa tener las llaves del reino?
Tener la autoridad del Padre, tener libre acceso al reino ¡GLORIA A DIOS! ¡Lo que se hace en el cielo es hecho en la tierra!
En el momento en que recibimos a Jesús, Él nos entrega las llaves y nos hace la promesa: “…todo lo que atemos en la tierra, será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.”
Ya tenemos las llaves que abren todas y cada una de las puertas, ya tenemos la promesa ¿qué vamos a hacer?
Pues tenemos libre acceso al reino y la autoridad, sólo nos resta ACTUAR.
Déjame citar unas palabras que leí en alguna parte respecto a este versículo:
“No más barreras entre el cielo ni la tierra, la tierra ni el cielo. Un SÍ en la tierra es un SÍ en el cielo, y un NO en la tierra es un NO en el cielo”.
Por qué no comenzamos este año a atar lo que nos estorba para seguir adelante y desatar la voluntad de Dios en nuestra vida, en nuestra familia, ciudad y país.
ORACION:
Señor gracias por habernos otorgado las llaves del reino y la autoridad de atar y desatar. En tu nombre haremos proezas y traeremos tu reino a la tierra. Amén.
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