“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.” (Santiago 1:17 RVR1960)
¿Cómo consideramos la bondad de una persona? Cuando es buena para nosotros. Cuando su bondad es dirigida a nuestro ser ¿no es cierto?
Lo mismo sucede con la bondad de Dios: “Él es bueno cuando su favor es agradable y bueno para mi ser”. Pero no lo hacemos cuando no nos contesta lo que queremos.Y en nuestro conocimiento pensamos ¿Dios es bipolar? ¿Hoy es bueno, mañana no? ¡Claro que no!
Dice la Palabra que todo don perfecto desciende de lo alto y Dios es bueno siempre.
¿En donde radica Su bondad para con nosotros? ¡En que siendo aún pecadores Él murió por nosotros! Ahí radica Su bondad (Rom 5:8)
«Bueno es Jehová para con todos, Y sus misericordias sobre todas sus obras.» (Salmos 145:9 RVR1960)
«Asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de mi pacto. Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes;» (Éxodo 6:5-6 RVR1960)
Fue Dios quien oyó el lamento del pueblo, no ellos quienes oyeron el gemir del corazón de Dios por Su pueblo.
¡DIOS ES BUENO!
«Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su gemido, y he descendido para librarlos. Ahora, pues, ven, te enviaré a Egipto.» (Hechos 7:34 RVR1960)
Fue Dios el que descendió a liberar al pueblo, no el pueblo quien vino a Dios para pedir ser liberado.
¡DIOS ES BUENO!
«Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová. Y te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes.» (Jeremías 15:20-21 RVR1960)
Siempre teniendo cuidado de nosotros para guardarnos, defendernos, y liberando.
¡DIOS ES BUENO!
No porque Dios no conteste como queremos, no quiere decir que “no es bueno”. Y viceversa: no porque contestó como yo deseaba puedo decir “Dios es bueno”.
¡DIOS SIEMPRE ES BUENO!
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