¡Yo le prepararé lo necesario!

Por Staff

“Y dijo David: Salomón mi hijo es muchacho y de tierna edad, y la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnífica por excelencia, para renombre y honra en todas las tierras; ahora, pues, yo le prepararé lo necesario. Y David antes de su muerte hizo preparativos en gran abundancia.” (1 Crónicas 22:5 RVR1960)

 

Sólo para recordar les diré que anteriormente “el arca del pacto”, que representaba la presencia de Dios, iba de tienda en tienda, no tenía un edificio en donde reposar.

 

David tenía el deseo de construir un templo donde la presencia de Dios tuviera un lugar, pero al haber derramado tanta sangre en todas las batallas, le dijo el Señor al rey David que su hijo Salomón le haría templo.

 

Por lo cual David comenzó a preparar todo lo que una construcción necesita:

“Asimismo preparó David mucho hierro para la clavazón de las puertas, y para las junturas; y mucho bronce sin peso, y madera de cedro sin cuenta.” (1 Crónicas 22:3 RVR1960)

 

Oro, plata, cantera, albañiles, obreros, carpinteros, quien labrara la piedra, etc.  Hombres expertos en la obra. En una palabra: “lo mejor de lo mejor” para el templo.

 

Por qué menciono todo esto, por el esfuerzo que tuvo que hacer David para traer todo lo necesario a ISRAEL y construir el templo.

 

Si nos hubiera tocado en este siglo construirlo, pues nos facilitarían la obra Home Depot, La Pedrera, Cementos Mexicanos, los arquitectos ¿verdad?

 

A lo que quiero llegar es a que podamos valorar, que veamos el esfuerzo y pasión que puso David para que la presencia del Señor estuviera siempre en Su casa y que se valorara lo que verdaderamente es esencial para la vida.

 

¿Cuál es el mensaje el día de hoy para nosotros como padres?

 

De la misma manera como se esforzó David con su hijo Salomón de hacer preparativos, dice la Palabra: “preparativos en abundancia”; nosotros tomemos tiempo con nuestros hijos para formarlos en el carácter de Cristo, alentarlos, fomentar su auto estima, que amen al Señor, que en situaciones difíciles sepan a donde recurrir.

 

Que nos preocupemos por el legado que dejaremos para la generación que sigue, que teman y amen al Señor con todas sus fuerzas y en tiempo de necesidad sepan que Él es su fortaleza y ayuda.

 

Y que siempre haya una generación que conozca y tema a Dios. Que tomemos tiempo para darles a conocer quién es Dios, Jesús y el Espíritu Santo.

 

Que formemos generaciones que no se intimiden ante cualquier adversidad porque mayor es el que está en nosotros. Esto Equivale a la madera de cedro, oro, plata, talentos, etc.

 

Fueron tantos preparativos de parte de David para el templo, preparativos con excelencia para su Dios. Como Padres debemos enseñar que lo mejor, lo excelente, es siempre para Él.

 

Todo lo que hizo David para Dios tenía un precio y él estaba siempre dispuesto a pagarlo:

“Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.” (2 Samuel 24:24 RVR1960)

 

Lo mejor, lo excelente para su Dios. Salomón, el hijo de David, como hijo de rey, un día asumiría la corona, y tendría una gran influencia en su pueblo.

 

Nosotros como hijos de Dios también se nos dará una corona que arrojaremos a sus pies y también ejerceremos influencia sobre los que nos rodean.

 

Así como David bendijo a su hijo, Dios bendecirá a tu descendencia todos los días de su vida, como Dios bendijo a Salomón con sabiduría y riquezas:

“Ahora pues, hijo mío, Jehová esté contigo, y seas prosperado, y edifiques casa a Jehová tu Dios, como él ha dicho de ti. Y Jehová te dé entendimiento y prudencia, para que cuando gobiernes a Israel, guardes la ley de Jehová tu Dios. Entonces serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y decretos que Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes.” (1 Crónicas 22:11-13 RVR1960)

 

David hizo su trabajo muy bien, pues lee con atención lo que dijo Salomón:

“Y la casa que tengo que edificar, ha de ser grande; porque el Dios nuestro es grande sobre todos los dioses.” (2 Crónicas 2:5 RVR1960)

 

Lo mismo digo a todos los padres de familia: esfuércense y cobren ánimo, hagan preparativos para que sus hijos sigan los caminos del Señor, y sus vidas sean un templo para Su presencia y que haya generación que conozca y tema a su Dios.

 

“YO LE PREPARARÉ LO NECESARIO”

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