Yo conozco… pero tengo…

Por Staff

El mensaje de parte de Dios a las iglesias es muy claro, y el día de hoy también lo está haciendo con su iglesia, y nos dice: “yo conozco tus obras… Pero tengo unas pocas cosas contra ti”.

 

Al estar leyendo cada uno de los mensajes pidamos al Espíritu Santo que nos dé discernimiento para ver en lo que estamos fallando, en lo que no estamos haciendo, y en lo que verdaderamente tenemos qué hacer; que para esta hora Dios nos ha puesto como Iglesia.

 

A LA IGLESIA DE ÉFESO les dijo: «Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.» (Apocalipsis 2:2-4 RVR1960)

 

Esta Iglesia estaba trabajando con ímpetu, haciendo las cosas correctas; trabajando arduamente, pero perdiendo el primer amor, la verdadera razón para trabajar arduamente en el reino.

 

IGLESIA DE PÉRGAMO

«Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.» (Apocalipsis 2:13-14 RVR1960)

 

Esta Iglesia no negó su fe en tiempos difíciles, pero su doctrina estaba confusa, que hacía tropezar al pueblo de Israel.

 

IGLESIA DE ESMIRNA

«Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.»

A esta la estaba afirmando que su verdadera riqueza está en Él.

 

IGLESIA DE TIATIRA

«Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.» (Apocalipsis 2:9, 19-20 RVR1960)

 

Ésta estaba con todo el amor, servicio, todo lo que pudieras pedir en una Iglesia, pero toleraba la enseñanza de Jezabel para seducir, fornicar y aceptar lo sacrificado a ídolos.

 

IGLESIA DE SARDIS

«Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.» (Apocalipsis 3:1-3 RVR1960)

 

Se decían cristianos pero estaban muertos por dentro y no estaban arrepentidos, ni oían, ni guardaban la Palabra.

 

IGLESIA FILADELFIA

«Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.» (Apocalipsis 3:2-3)

 

A ésta le hizo una promesa: «Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.» (Apocalipsis 3:2-3, 10 RVR1960)

 

IGLESIA LAODICEA

«Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.» (Apocalipsis 3:15-17 RVR1960)

 

A ésta le da un consejo: «Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.» (Apocalipsis 3:18 RVR1960)

Cada uno de nosotros es como una iglesia, y te pregunto ¿a qué Iglesia perteneces tú?

Analízate muy lentamente y deja que Dios hable a tu corazón, espera el consejo y espera la recompensa.

Sé como la iglesia de Filadelfia: «Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.» (Apocalipsis 3:8 RVR1960)

 

YO CONOZCO TUS OBRAS…

Comentarios

Más devocionales