«La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.» (S. Juan 1:5 RVR1960)
«Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.» (S. Mateo 5:14-16 RVR1960)
¿Cuántos de nosotros siendo niños teníamos temor a la oscuridad? Bueno, ¿cuántos de grandes también? La verdad es que la oscuridad, las tinieblas, siempre son causa de adversidad y anuncio de malas cosas ¿no es cierto? Siempre se relaciona con malas novedades.
Hace tiempo hubo una visión y se habló de tinieblas que avanzaban hacia nuestro país, y después de esto se levantó violencia, muerte, etc. Y la iglesia se levantó al mismo tiempo a orar. Hay tinieblas que todavía prevalecen y que ahora más que nunca, nosotros tenemos qué hacer retroceder.
¿Cómo? Somos la luz, Jesús en nosotros, la Palabra viviendo en nuestro corazón, andando por el camino, en nuestra casa, en nuestro trabajo, cuando nos levantamos, cuando nos acostamos.
Nosotros somos la luz. Nosotros tenemos qué brillar en esta oscuridad que nos invade.
Y tú sabes que cuando más oscuridad haya, una pequeña luz se verá.
Damos gracias a Dios por la iglesia que ora, por la iglesia que mañana tras mañana se levanta y empieza a defender y a arrebatar lo que Dios ha dado a esta ciudad y a este país.
Poco a poco nuestra luz está haciendo retroceder las tinieblas, las está haciendo disiparse (hacer que algo se desvanezca por separación de las partes que lo forman). Las está deteniendo, pero necesitamos que nuestra luz las haga desaparecer. ¿Cómo va a pasar?
¡LA LUZ EN LAS TINIEBLAS RESPLANDECE! Nosotros debemos pararnos firmes ante los argumentos del mundo. ¡Y LAS TINIEBLAS SE DISIPARÁN!
RESTAUREMOS EL ALTAR EN NUESTROS HOGARES Y LAS TINIEBLAS DESAPARECERÁN
VIVAMOS LO QUE HABLAMOS Y LAS TINIEBLAS SE IRÁN
HABLEMOS SUS PALABRAS Y LAS TINIEBLAS RETROCEDERÁN
Repitamos las palabras de Dios a nuestros hijos. Y ellos no verán tinieblas en su vida.
Si la iglesia ora y persevera en vivir en la luz hará detener las tinieblas.
Nosotros somos la luz, alumbremos este mundo con la Palabra de Dios en nuestra vida, vivamos la verdad cada día y esa luz se va a intensificar haciendo huir las tinieblas en nuestra casa, en nuestra ciudad y en nuestro país.
Que nuestra luz alumbre delante de los hombres para que vean las buenas obras y sea glorificado el Padre ¡ALELUYA!
¡HAGAMOS RETROCEDER LAS TINIEBLAS CON NUESTRA OBEDIENCIA A LA PALABRA!
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