«Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, El pueblo que él escogió como heredad para sí.» (Salmos 33:12 RVR1960)
Te pregunto: ¿Amas a México? ¿Amas a los mexicanos?¿Oras por tu nación? ¿Te alegras de haber nacido en México?
¡Qué tremendo es cuando toda una nación extiende sus brazos y su corazón para su Dios!
Fíjate lo que dice la Palabra:
“BIENAVENTURADA LA NACIÓN”.
En nuestros días tenemos que agradecer a Dios por nuestro país, de haberlo librado de batallas de gente sanguinaria, de gobernantes que pudieron hacer mal a la patria ¿no es cierto? Y dar gracias por la gente que puso su vida para levantar y dar la independencia a nuestra República.
Ahora nos toca a nosotros continuar con lo que los hombres y mujeres hicieron en su tiempo para darnos una buena heredad. Gente que dio su vida por traer el evangelio a nuestro territorio.
En otro tiempo hubo batallas campales, se enfrentaron a hombres armados para dejar una nación que fuera “bienaventurada” por tener y conocer a su Dios.
Ahora nos toca a ti y a mí poner la vida por México, orar por esta nación, que cada familia le conozca, le tema y sea muy bendecida en todos los sentidos.
Antes se expusieron a las armas, ahora nosotros nos vamos a oponer a la obra de maldad en las regiones celestes, pero no con nuestras fuerzas sino con Su Santo Espíritu. ¿Cómo haremos esto? Mediante la oración por nuestra nación, siguiendo los lineamientos.
México es un país muy bendecido, ahora con el Señor como Su Dios será una República BIENAVENTURADA.
¡México ha sido escogida por Dios somos Su heredad!
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