¡Una casa es una casa, pero un hogar es una familia!

Por Staff

“La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.” (Proverbios 14:1 RVR1960)

 

No me van a dejar mentir, la mujer es el centro del hogar. Si la mujer está feliz, el esposo y los hijos también lo están. Por el contrario, si ella está triste o no está en casa, la casa está de cabeza.

 

La mujer edifica o destruye. ¿Qué quieres tener: una casa o un hogar?

 

Una casa es fácil de construir, si tienes con qué, pero un hogar sólo se puede construir con mucha sabiduría, dedicación, atención y amor, así lo edificas.

 

Tú serás, más que cualquier persona o cualquier cosa, el más grande impacto en el futuro de tu esposo, tus hijos y tu hogar. Mucho del desarrollo y el destino de ellos están en tus manos; tú sabes perfectamente que la que pasa el mayor tiempo con ellos eres tú.

 

A menudo se dice: “Los hijos son producto del hogar”. Ambos padres estampan su marca en el hogar, pero a causa del tiempo y la enseñanza, una madre invierte en moldear los hábitos, carácter y pensamientos del hijo, y tu influencia hace un mayor impacto (Te conviertes en alfarera).

 

¿Qué quieres tener: una casa o un hogar? Depende de ti.

 

La descripción de una buena esposa fue dada por un escritor algunos años atrás:

“Una buena esposa es el mejor y final regalo del Cielo al hombre (¿Eres la ayuda idónea o la errónea?); su ángel (Espero que no sea un ángel caído) y ministro de gracias innumerables; su joya de mayores virtudes (¿Eres un diamante o un diamante en bruto?); su voz es su música más dulce (¿Eres conocida como la gritona en el vecindario?); su sonrisa, su día más brillante (o tienes la cara de limón); sus besos, la guardia de su inocencia; sus brazos, su seguridad; su comida, su más segura salud (¡Chicos: ¡listos!, a dónde quieren ir! ¿a Mac Donald o a Ihop?); su economía está resguardada (¡Pero en las cuentas del Palacio de Hierro y Liverpool!); sus labios son sus más seguros consejeros; su pecho es la más suave almohada de sus cuidados y su oración, el más capacitado abogado de las bendiciones del Cielo sobre su cabeza.”

 

La oración de una madre no se minimiza.

 

Ella guía, enseña, conforta, anima, da y entiende en función de edificar con principios a su esposo (no mandar) y sus hijos.

 

Una casa se edifica con cemento, arena, ladrillos… pero un hogar se edifica con amor, con atención, con principios, con ejemplo, buen ejemplo…

 

¡Qué importantes somos como madres y como mujeres; jugamos un papel importante!

 

Y ahora te pregunto: ¿Quieres una casa o un hogar? ESO DEPENDE DE TI

Comentarios

Más devocionales