“Jesús les respondió: —Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás. Pero ustedes no han creído en mí, a pesar de que me han visto. Sin embargo, los que el Padre me ha dado vendrán a mí, y jamás los rechazaré. Pues he descendido del cielo para hacer la voluntad de Dios, quien me envió, no para hacer mi propia voluntad. Y la voluntad de Dios es que yo no pierda ni a uno solo de todos los que él me dio, sino que los resucite, en el día final. Pues la voluntad de mi Padre es que todos los que vean a su Hijo y crean en él tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día final.” (Juan 6:35-40 NTV)
Nuestra vida como mortales nos lleva a estar siempre preocupados por cosas que vemos, por cosas que no tenemos, quizá por lo que más deseamos.
Movidos por nuestras debilidades buscamos saciarnos de las cosas que ofrece este mundo. Pero Jesús el Pan de Vida es diferente.
Es buscar más allá de lo que vemos, entendemos y queremos. Es verdaderamente ocuparnos de nuestra eternidad.
Por eso dice el Señor: “No se preocupen tanto por las cosas que se echan a perder, tal como la comida. Pongan su energía en buscar la vida eterna que puede darles el Hijo del Hombre. Pues Dios Padre me ha dado su sello de aprobación.” (Juan 6:27 NTV)
Que este año nos ocupemos de buscar saciarnos del verdadero Pan de Vida que alimenta, que nutre nuestro espíritu, nuestra alma y nuestra mente; para correr la carrera con toda certeza de que lo lograremos porque estamos en dirección correcta.
Recuerda lo que dice la Palabra: “No sólo de pan vivirá el hombre”, y agrega “sino de toda la Palabra que sale de la boca de Dios”. Esto nos compromete y desafía a buscarle de día y de noche.
Debemos llevar a cabo cuanto antes las tareas que nos encargó el que nos envió. “Pronto viene la noche cuando nadie puede trabajar; pero mientras estoy aquí en el mundo, yo soy la luz del mundo.” (Juan 9:4-5 NTV)
Todo esto quiere decir que es tiempo de ocuparnos de lo eterno y del Eterno. “Pero así dice Jehová a la casa de Israel: “Buscadme, y viviréis” (Amós 5:4 RVR1960)
Iglesia, busquémosle mientras pueda ser hallado, ahora que está cercano, pues llegará la noche cuando nadie pueda trabajar.
Él desea que le anhelemos y también ser nuestro alimento.
“Si tenemos a Jesús que es el Pan de Vida en nosotros, no tendremos necesidad de alimentar nuestro espíritu con nada de este mundo, porque Él saciará todas nuestras necesidades”.
“Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.” (S. Juan 6:32-35 RVR1960)
¡Que este 2024 decidamos alimentarnos del verdadero pan, el Pan de Vida, para vida eterna!
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