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Si hasta aquí… (Primera parte)

“Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.” (1 Samuel 7:12 RVR 1960)  Eben-ezer: “¡HASTA AQUÍ NOS HA AYUDADO EL SEÑOR!” Estamos a punto de despedir el 2017 y de recibir el Año Nuevo: el 2018, y estamos agradecidos con nuestro Dios por todo: “Dad gracias en todo, porque esta es la

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Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.” (1 Samuel 7:12 RVR 1960) 

Eben-ezer: “¡HASTA AQUÍ NOS HA AYUDADO EL SEÑOR!” Estamos a punto de despedir el 2017 y de recibir el Año Nuevo: el 2018, y estamos agradecidos con nuestro Dios por todo: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” (1 Tesalonicenses 5:18 RVR 1960)

Bien es cierto que en este año muchos experimentamos solamente bonanzas; otros más, pruebas de diferentes dimensiones, pero también bendiciones; nunca nadie podrá decir jamás que solamente ha experimentado dolor y aflicción, pues el solo hecho de saber que Dios está presente en todo momento y circunstancia, es el regalo más grande, de hecho porque Él no nos abandona es que seguimos vivos, de pie, luchando hasta ver el milagro completo, “…porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” (Filipenses 2:13 RVR 1960)

Tal vez perdiste a un ser querido en este año y estás muy triste, pero quiero recordarte que Dios es el único que puede llenar ese vacío y también el único que puede sanar tu alma, darte consuelo y amor perfecto que te hará levantar y seguir adelante con fe, el que puede cambiar tu lamento en “danza”.

“Tú cambiaste mi duelo en alegre danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de alegría, para que yo te cante alabanzas y no me quede callado. Oh Señor, mi Dios, ¡por siempre te daré gracias!” (Salmos 30: 11-12 NTV)

 Puede ser que has estado en una prueba muy difícil durante todo el año y sientes que ya no puedes más, que ya no tienes fuerzas para seguir peleando la buena batalla de la fe, el Señor te dice:

“Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” (2 Corintios 12:9 RVR 1960) 

Dios es tu fortaleza: “Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.” (Salmos 18:1-2 RVR 1960)

Recibe y espera este 2018 con mucha fe, ánimo, esperanza, consuelo, pues Dios es todo fiel, EL ÚNICO FIEL y si hasta aquí nos ha ayudado ¿crees que no lo seguirá haciendo por amor a Su nombre y misericordia a Sus hijos?

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