Si esto no lo hace, entonces…

Por Staff

«Dado que has obedecido mi mandato de perseverar, yo te protegeré del gran tiempo de prueba que vendrá sobre el mundo entero para probar a los que pertenecen a este mundo. Yo vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite tu corona. A todos los que salgan vencedores, los haré columnas en el templo de mi Dios, y nunca tendrán que salir de allí. Yo escribiré sobre ellos el nombre de mi Dios, y ellos serán ciudadanos de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende del cielo y de mi Dios. Y también escribiré en ellos mi nuevo nombre.» (Apocalipsis 3:10-12 NTV)

 

Como es sabido de todos, en todo el mundo estamos viviendo algo que no tiene precedentes en nuestra generación. Quizá lo habíamos escuchada en la historia: “pestes que arrasaron la humanidad”. Pero ahora nos toca a nosotros vivirla.  ¿Qué vamos a hacer?

 

Quisiera hacerte una pregunta ¿Si esto no nos cambia; entonces qué cosa más terrible tenemos qué enfrentar para cambiar?

 

Dice la Palabra: “para probar a los que pertenecen a este mundo…”

Pues sí, la Iglesia hoy día está siendo probada, y te pregunto: ¿demostraremos que vivimos en este mundo, pero que no somos del mundo?

 

Pienso que todo lo que estamos viviendo, es para tomarlo como una oportunidad para cambiar o ¿vamos a seguir siendo los mismos como lo dice Dios en Su Palabra?

 

«El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.» (Apocalipsis 22:11 RVR1960)

 

¿Qué vamos a decidir?

Él desea que hagamos cambios que reflejen Su imagen; cambios que le glorifiquen, cambios donde veamos que el Espíritu Santo está trabajando en nosotros.

 

Mira lo que dice la Palabra:

“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas

 

Aquí nos dice que hemos dejado unas cosas, pero Él quiere que nos despojemos de otras:

Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca y revestido del nuevo hombre, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,» (Colosenses 3:5,7-8,10 RVR1960)

 

Lo hemos visto en nuestro diario vivir en este último mes y principio de éste. Sí necesitamos cambiar, ser mejores esposos, mejores esposas, mejores hijos, mejores empleados, mejores padres ¿no es cierto?

 

Definitivamente este evento tiene qué sacar lo mejor de nosotros, y lo mejor de nosotros es la vida del Espíritu Santo.

 

Hasta la tierra sacó lo mejor cuando nos retiramos de  las playas, y los animales salieron de sus guaridas. ¿Por qué el hombre, la mujer, no podrá sacar lo bueno que hay en ellos? Podemos cambiar la historia, después de que esto pase ¿verdad?

 

Alguien preguntó: ¿Qué ganas orando regularmente a Dios? Él respondió: “Nada, pero déjame decirte lo que he perdido: la ira, la depresión, la inseguridad, el miedo a la muerte…” 

 

A veces, la respuesta a nuestras oraciones no está en la ganancia, sino en la pérdida.

 

Aprovechemos el tiempo en la oración, de rodillas, cambiemos la historia de México, pues si lo hacemos, el poder de Dios vendrá a nuestra vida diaria. De rodillas perderemos lo que es dañino, pero ganaremos ser buenos esposos, buenas esposas, buenos hijos, buenos patrones, buenos empleados, buenas familias, buenos ciudadanos para esta patria.

Hagamos historia en México.

 

IGLESIA: HOY ES TIEMPO DE SER FIRMES

“Creemos que la paz es la ausencia de guerra o de conflictos. Pero el concepto de “shalom”, la paz que menciona la Biblia, es mucho más que eso. Significa totalidad, bienestar, seguridad y alcanza todas las áreas de nuestra vida.

En medio de las dificultades debemos usar el dominio propio que Dios nos da. Las emociones no deben reinar y guiar nuestras acciones. Podemos mantener la calma y serenidad porque confiamos en nuestro Padre y Él nunca nos fallará.”

 

“EL CAMBIO NO ESTÁ EN LA GANANCIA, SINO EN LA PÉRDIDA”

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