«¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.» (1 Corintios 6:19-20 RVR1960)
«Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.» (Hechos 20:28 RVR1960)
«…y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.» (Apocalipsis 5:9-10 RVR1960)
Te podrías preguntar ¿por qué mi precio? Si no hay venta de esclavos. ¿Cómo? ¿Esclavitud en este siglo? ¡Ya no hay más esclavitud! ¡No más esclavos! Pero estamos totalmente equivocados.
Ahora más que nunca existe mayor esclavitud que antes.
Esclavos a la pornografía, esclavos a los juegos digitales, esclavos a las redes sociales, esclavos a las drogas, esclavos al alcohol, esclavos a alguna persona, esclavos a la televisión, o de nosotros mismos, de nuestras propias concupiscencias. EN UNA PALABRA: ESCLAVOS AL PECADO.
¿Sigues envuelto en alguno de ellos, o en varios? Pero tenemos que enterarnos que hay alguien que pagó por nosotros para vivir en libertad, que pagó un precio muy alto. POR ESO TE PREGUNTO: ¿SABES TU PRECIO?
Sí, Jesús fue el que pagó el precio para que no fueras más esclavo del pecado. Y lo pagó con Su propia vida y con Su propia sangre que fue derramada en la cruz.
ESE ES TU PRECIO. UN PRECIO MUY GRANDE QUE ROMPIÓ LAS CADENAS DE ESCLAVITUD: ¡LA CRUZ! ¡ERES LIBRE!
Ahora tenemos un nuevo dueño: JESUCRISTO el cual nos libró de la muerte eterna y de todo lo que estaba decretado en nuestra contra:
«Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.» (Colosenses 2:13-15 RVR1960)
Nos compró para hacernos reyes y sacerdotes, le pertenecemos, nos limpió de pies a cabeza de todo pecado para estar cerca de Él.
«Cuando eran esclavos del pecado, estaban libres de la obligación de hacer lo correcto. ¿Y cuál fue la consecuencia? Que ahora están avergonzados de las cosas que solían hacer, cosas que terminan en la condenación eterna; pero ahora quedaron libres del poder del pecado y se han hecho esclavos de Dios. Ahora hacen las cosas que llevan a la santidad y que dan como resultado la vida eterna.» (Romanos 6:20-22 NTV)
No sigamos más siendo esclavos, ya Jesús pagó toda nuestra deuda, ya no más esclavitud, sino libres para adorarle, libres para amarle, libres de toda esclavitud que quería destruirnos.
VIVE EN LA LIBERTAD A LA CUAL HEMOS SIDO LLAMADOS
¿ESTÁS CONSCIENTE DE CUÁNTO COSTASTE?
¡SU SANGRE PRECIOSA!
Comentarios