«Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestras almas. Mas dijeron: No andaremos.» (Jeremías 6:16 RVR1960)
¿Cuántos no hemos tomado veredas, por las cuales creemos que nos van a sacar a donde deseamos, pero sucede todo lo contrario?
¿Por qué no seguimos la senda?
¿Qué es una senda? Es el camino más estrecho que la vereda.
Una senda es un camino que ya está hecho, que ya está señalado, que ya ha sido recorrido y hay huellas en ella, un camino despejado ¿no es cierto?
Jesús nos hace varias indicaciones en este pasaje: PARAR, MIRAR, PREGUNTAR, ANDAR Y ¿CUÁL VA A SER EL EFECTO? El descanso que todos necesitamos en la vida.
En el andar de la vida encontramos muchas bifurcaciones ¿verdad? No sabemos qué camino tomar, nos encontramos con dificultad y dudosos de qué hacer.
Pero, ¿por qué titubear cuando ya existe una senda marcada?
Cuando te encuentras en esta encrucijada tienes qué seguir estos pasos:
HAZ UN ALTO EN TU VIDA.
Considera a dónde te va a llevar la decisión de la dirección que estás tomando.
MIRA.
Estudia detenidamente las opciones par tomar las sendas.
PREGUNTA.
Tenemos qué preguntar a aquéllos que la han tomado y saber las dificultades y problemas que enfrentaron en esa senda, qué obstáculos tuvieron.
Permíteme volver a insistir en esto: una senda, es un camino ya hecho, un camino trazado por pasos seguros, por eso dice en la Palabra: “…preguntad por las sendas antiguas”.
¡El camino ha sido trazado por la Palabra, ha sido diseñado para recibir el bien, andar por él y hallar descanso!
¿Por qué caminar donde no hay camino? ¿Por qué escoger una vereda que va a dificultar nuestro caminar?
En nuestro andar encontraremos bifurcaciones que nos harán titubear, pero si nos detenemos y nos guiamos por la Palabra, encontraremos las sendas antiguas, sendas que nos harán caminar con pasos seguros y firmes.
Sigue el camino hacia adelante, sigue los pasos trazados en las sendas antiguas, y encontrarás sólo descanso, paz…, que aunque esté difícil el andar, estás en el camino correcto.
«Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.» (Isaías 30:21 RVR1960)
¡POR AQUÍ ES!
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