Los disfraces del orgullo (segunda parte)

Por Staff

No obstante que el orgullo se disfrace, tarde que temprano se deja ver, y lo peor es que queda muy expuesto cuando se trata de verlo en los demás, pero cuando se trata de ver nuestras actitudes “nos ciega el orgullo” ¿verdad?

 

Veamos algunos disfraces:

Falsa humildad

Saúl deja ovejas para sacrificio a JEHOVÁ con una falsa actitud de humildad delante del Señor; pero nada hay oculto ante Dios, y le fue revelado al profeta ¿a quién quería engañar Saúl? El orgullo te lleva a la mentira y a hacer cosas engañosas que tú crees que por tu posición puedes hacer, pero no están correctas.

 

«Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido la palabra de Jehová. Samuel entonces dijo: ¿Pues qué balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis oídos? Y Saúl respondió: De Amalec los han traído; porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tu Dios, pero lo demás lo destruimos.» (1 Samuel 15:13-15 RVR1960)

 

Religiosidad

«Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.» (S. Lucas 18:10-14 RVR1960)

 

“Yo nací en cuna cristiana”, “no me tienes que enseñar”, “tengo muchos años en el evangelio”, y otras frases más, que indican que hay orgullo.

Dios ve del lejos al soberbio.

 

Independencia

Esto es lo que más daña al creyente, el creer que por sus capacidades, logros, conocimientos, posición económica, etc. puede vivir una vida cristiana sin Dios, sin reconocer que todo don perfecto y toda buena dádiva viene de Él.

 

Mira lo que pensó el que dirigía la ALABANZA en el cielo:

«Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.» (Isaías 14:13-14 RVR1960)

¿Pero cuál fue su fin? Fue desechado del cielo.

EL ORGULLO TERMINA CON LO QUE DIOS HA DISEÑADO

 

Logros

«Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria.» (Daniel 5:20 RVR1960)

«habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?» (Daniel 4:30 RVR1960)

 

Este pasaje habla de Nabucodonosor, del dominio de su reino, de cuánto creció  su grandeza y su fama hasta el ensoberbecimiento, que pagó con creces, hasta perder la razón, a andar desnudo y como una bestia, dice la Palabra en Daniel capítulo 4, hasta que reconoció que todo don perfecto desciende del Altísimo.

«Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo.» (Daniel 4:2 RVR1960)

 

El orgullo mata, el orgullo destruye nuestro futuro y nuestro presente, el orgullo  invita a hacer lo incorrecto, el orgullo rompe relaciones. El orgullo es una enfermedad muy dañina para nuestra vida.

¡PERMANECE EN HUMILDAD!

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