«Los cuales le dijeron: Así ha dicho Ezequías: Día de angustia, de reprensión y de blasfemia es este día; porque los hijos han llegado hasta el punto de nacer, y la que da a luz no tiene fuerzas.» (Isaías 37:3 RVR1960)
El cuadro histórico de este pasaje está demasiado peligroso, triste, desalentador, pues Senaquerib, rey de Siria, había tomado todas las ciudades fortificadas de Judá. Así que imagínate todos los problemas que conlleva una invasión ¡MUCHOS!
Por lo que esta porción: “los hijos han llegado hasta el punto de nacer, y la que da a luz no tiene fuerzas”, tiene gran significado: CALAMIDAD, MUERTE, CAUTIVERIO, DESOLACIÓN.
Ezequías puso estas palabras en boca de sus mensajeros a Isaías para expresarle la total calamidad de la situación en la que se encontraban. Esta era una expresión proverbial para el desastre: una mujer tan cansada por su labor de parto que ya no tenía las fuerzas para completarlo, así que era muy probable que ambos, la madre y el hijo murieran allí.
Pues el día de hoy es la IGLESIA la que se encuentra en ese estado ¿por qué?
Hay un mundo que se está perdiendo, pero la IGLESIA se encuentra débil, cansada, sin fuerzas.
Hoy más que nunca la IGLESIA debe levantarse, pues nuestra ciudad está pasando por tiempos difíciles y no sólo ella, sino todo el país. Pero la IGLESIA sigue con ataduras. Está somnolienta, está atareada en tantos eventos, corriendo de un lado para otro…
Por ello se aplica la misma frase para la IGLESIA: “la queda a luz no tiene fuerzas”.
Es tiempo que nos presentemos delante del Señor; veamos cuáles son nuestras ataduras, descubrirlas, para vivir en libertad.
Iglesia, hoy es tiempo de presentarnos delante de Su presencia, para ser liberados, para tomar fuerzas, vigor, para anunciar las maravillas de nuestro Dios.
Este mundo necesita que la IGLESIA actúe, que la IGLESIA crea, que la IGLESIA experimente el poder sanador y libertador de su Dios.
¡”IGLESIA LEVÁNTATE, TOMA FUERZAS DELANTE DE TU REY Y DA A LUZ A AQUELLOS QUE TIENEN QUÉ SER SALVOS”!
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