“Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.” (Salmos 34:14 RVR1960)
En esta época que vivimos, tan volátil, tan exprés, pensamos que la paz va a llegar por envío gratis a nuestra casa; ya sea por mercado libre o Amazon. Pero no es así.
La Palabra de Dios requiere de acción de nuestra parte.
¿Cómo adquiriremos la PAZ?
Hoy, como nunca jamás en la historia del mundo y en nuestro país, necesitamos PAZ. Esta sensación de confort, de vivir entre nubes, la queremos a toda costa.
Quisiera volver a tocar nuevamente el tema, ya que, es muy valorada hoy y siempre.
Pero no la obtendremos “pasivamente”, “pidiéndole en línea”. ¡NO! Hay qué accionar. Hay qué despojarnos de nosotros mismos y otras cosas más.
Primer requisito: “Apártate del mal”.
¿Qué tienes qué apartar, alejar de tu vida?
¿Malos pensamientos, queja, estar siempre juzgando, criticando, con envidias, alejado (a) de la verdad?
“Apártate”: Esto es una condición para que puedas llegar a disfrutarla.
Una parte es alejarnos, pero como te digo, la Palabra de Dios es acción, y nos pide dar otro paso:
“Haz el bien”: Nada de pasividad ¿verdad?
Mira, a tu alrededor hay gente que necesita de tu ayuda, necesita de ti. Quizá de una palabra de aliento o una oración. Tú sabrás qué hacer en su momento, pues Él te lo dirá.
¿Sabes una cosa? El tener la paz implica negación ¡Sí! Negarnos, aún si tenemos la razón con tal de obtenerla. No es fácil ¿verdad? Pero necesario para vivir en plenitud.
“Búscala”:
Tenemos qué buscarla en cualquier situación de nuestra vida, si queremos guardar nuestras relaciones, como dice: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.” (Romanos 12:18 RVR1960)
¿Dependerá de nosotros?
“Síguela”:
No solamente buscarla, sino seguirla. ¿Y qué es esto, sino una idea de continuidad, o sea, siempre?
Cada día anhelar Su presencia en nosotros.
Y como decíamos en el boletín anterior:
“Yo os la doy”. ¿Qué quiere decir?
Que el dueño de la paz es Dios. Que es sólo en Su presencia que la vamos a obtener.
La paz verdadera está en Su Palabra.
Búscala, síguela, obedécela: apártate del mal, haz el bien.
¡Acción para encontrarla, sólo sigue los requisitos y la encontrarás!
“ENCONTRAR LA PAZ REQUIERE ACCIÓN”
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