¿Enojado con Él?

Por Staff

“La necedad del hombre le hace perder el rumbo, y para colmo su corazón se irrita contra el Señor.” (Proverbios 19:3 NVI)

 

«La insensatez del hombre tuerce su camino, Y luego contra Jehová se irrita su corazón.» (Proverbios 19:3 RVR1960)

 

Cuando no se hacen las cosas a nuestra manera, nos disgustamos ¿no es cierto?  Lo niños cuando quieren algo hacen su berrinche, y se enojan, porque no recibieron lo que deseaban.

 

¿Pero, qué pasa cuando pedimos algo a Dios y creemos que no nos contesta o nos contesta de otra forma?

¿Alguna vez has estado enojado (a) con Dios?

¿Por qué tuve el accidente de carro, por qué no me cuidaste? Le reclamamos; pero tú nunca le hiciste revisión al carro. ¿Pero quién tiene la culpa? Dios.

 

La necedad del hombre es la que hace perder el rumbo, tuerce los caminos. Pero te enojas con Él.

 

Bueno, buscar un culpable no es nuevo, Adán lo hizo con Eva: “la mujer que tú me diste”.

 

Hay enojo cuando hay frustración, cuando las cosas no salen como lo planeé. Y con alguien tenemos que desquitarnos ¿pero por qué con Él?

Dice en la Biblia: “LA NECEDAD DEL HOMBRE, SU INSENSATEZ, ESO ES LO QUE HACE PERDER EL RUMBO, NO DIOS”.

Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.» (Santiago 1:6, 17 RVR1960)

 

Dice “toda buena dádiva” ¿Entonces por qué le culpamos?

Reconozcamos nuestros errores, manejemos nuestras frustraciones, porque toda buena dádiva, viene de parte de Dios.

¿Pero qué pasa cuando el hombre es el que da buena dádiva?

«La dádiva del hombre le ensancha el camino Y le lleva delante de los grandes.» (Proverbios 18:16 RVR1960)

 

Hay una acción-efecto. ¿No es cierto? El hombre sabio, el hombre que conoce a su Dios, es el que se esforzará y actuará. Cuando le conocemos, sabemos que Él es un Dios justo, un Dios sabio, un Dios bueno.

Dice la Palabra: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.» (Romanos 8:28 RVR1960)

 

En la vida habrá pérdidas, llanto, dolor, preocupación, desesperanza, depresión, enojos… ¿pero cómo reaccionaremos ante estas situaciones?

Sólo el conocerle, amarle y enfrentar toda nuestra desesperanza con Su Palabra, vamos a experimentar que toda buena dádiva viene de Él. Y que las crisis que se presentan en nuestro diario vivir, sea una oportunidad de cambio, para ver la mano de Dios actuar en nuestra vida, como lo vimos antes: “La dádiva del hombre ensancha el camino”. Esto tiene que ver con nuestra reacción: acción-efecto.

 

No le culpemos, vivamos bajo Sus estatutos, conozcámosle más de cerca, veamos lo que Él dice en Su Palabra ¿No sufrió el oprobio por nosotros, no murió en la cruz por ti y por mí, no derramó Su sangre por limpiarnos?

No podemos ser ingratos y dejarnos influenciar por aquellos que no le conocen y culparlo por nuestros errores.

 

Dale gracias, abandona todo en Sus manos, confronta tu frustración, lo que hiciste o lo que dejaste de hacer…

“PERO NO TE ENOJES CON ÉL”

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