«Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores… Y dejando luego sus redes, le siguieron. Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes. Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.» (S. Marcos 1:16,18-20 RVR1960)
Algunos han dejado su ciudad para trabajar; otros, su familia para poder sustentarles en otro lugar; otros, su país por guerras…
Pero algunos de los personajes de la Biblia dejaron todo por seguirle a Él. ¿Qué has dejado tú por Cristo?
Algunos dejaron sus redes; déjame decirte que al dejar sus redes, quiere decir que dejaron su trabajo, su sustento… para seguir al Señor.
Jacob, dejó a su padre y le siguió.
Al tener ese encuentro con Jesús, no resistieron Su presencia, Su poder, Su autoridad… y lo único e importante que sucedió, fue tomar la mejor decisión de su vida: “Dejaron todo y le siguieron”.
Zaqueo dejó su posición
«Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, …» (S. Lucas 19:2 RVR1960)
«…procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.» (S. Lucas 19:3-6 RVR1960)
A él no le importó su posición. Seguramente era conocido del pueblo, pero eso lo tenía sin cuidado, pues PROCURABA ver Jesús, y olvidándose de su posición se subió al árbol con tal de conocer al Maestro. Jesús, quien escudriña el corazón, se encuentra con el de Zaqueo, le hace bajar y hacer una cena en su casa.
¡QUÉ IMPRESIONANTE SUCESO! ZAQUEO DEJÓ SU POSICIÓN
Mateo dejó la mesa de los tributos
«Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió.» (S. Mateo 9:9 RVR1960)
Hoy en día, Mateo sería como el tesorero de una gran ciudad, una persona pública, un político, quien tenía los tesoros en su mano y podía disponer a su antojo.
Él pudo haber dicho: “Mi puesto es muy importante”, “No puedo dejar el dinero en otras manos”. Pudo haber tenido un corazón avaro, ¿no es cierto? Pero alguien impactó su vida a tal punto que decidió dejar todo. Unos dejaron sus redes, su sustento, su posición y le siguieron; otros padre, y otros su familia. Lo dejaron todo.
¿Qué te está pidiendo el Señor dejar? “Dejar”, es tener al Señor como la prioridad y en primer lugar en nuestra vida y corazón.
«Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.» (S. Lucas 9:62 RVR1960)
«Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.» (S. Lucas 14:26-27)
Nadie que haya tenido un encuentro impactante con Dios puede seguir con su vida sin dejarlo todo.
“Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido.” (S. Marcos 10:28 RVR1960)
“A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.” (S. Mateo 10:32 RVR1960)
¡DEJÁNDOLO TODO LE SIGUIERON! ¿Y qué vas a hacer tú?
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