¡Con todo!

Por Staff

«Y éste es el amor, que andemos según sus mandamientos. Éste es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio.» (2 Juan 1:6 RVR1960)

 

Hay un pensamiento que desde que lo oí me he puesto a reflexionar sobre la manera como amamos o como no lo hacemos:

“EL AMOR ES EL DESEO Y LA ACCIÓN DE BENDECIR Y LEVANTAR A LA OTRA PERSONA CON TODO LO QUE SOY Y CON TODO LO QUE TENGO, AÚN A COSTA DE MI PROPIA VIDA”.

 

¿Este ha sido el pensamiento cuando te casaste? ¿Lo has pensado en todas las relaciones que tienes?

Quizá tu pensamiento para casarte o relacionarte sea: “quiero un hombre o una mujer que me haga feliz” o “quiero amistades que valgan la pena”. Y esto es algo egoísta ¿no es cierto? Este pensamiento nos permite meditar sobre este sentimiento tan puro y noble.

“El amor es un deseo” ¿Cómo deseas expresarlo? ¿Cómo lo sientes?

Creo que debemos expresarlo con un corazón transparente, sin “tapujos”, sin hipocresía, tal como él es: puro.

“Acción de bendecir”, el amor es activo, no sólo de palabras, siempre está en movimiento, siempre tiene ganas de dar, siempre tiene el deseo de ofrecer algo para alegrar la vida de los demás y que sean bendecidos. Como dice en Su Palabra: “no busca lo suyo”.

 

“Levantar a la otra persona”. Sabiendo las limitaciones que se tienen, ya sea en un matrimonio o en cualquier otra relación, cuando amas verdaderamente trataras de ayudar a la otra persona con lo que cuentas, en la medida de tus posibilidades, no dejarle caer porque algo no te gustó y  tratar de vengarte, o hacerla sentir mal.

Dice esta reflexión: “levantar a la otra persona con todo lo que soy”. ¿Lo hemos hecho, lo hacemos, lo haremos?

 

“Con todo lo que tengo” ¿Has sabido de matrimonios que por alguna razón, el marido pierde el trabajo, y es a la mujer a la que le toca traer la provisión, lo cual no es muy bíblico, pero desgraciadamente pasa en nuestros días, le toca sacar adelante la situación.

Pero qué triste cuando es la mujer quien gana más, y se pone sobre el varón, que está pasando por un mal rato ¿no es cierto?

El amor es sufrido dice la Palabra.

 “Aún a Costa de mi propia vida”. Tal como lo dice la Escritura:

«Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.» (S.Juan 15:13-14 RVR1960)

 

Esta reflexión nos muestra que el amor no es sólo dar un dulce, flores, peluches, un abrazo, etc., el catorce de febrero u otro día, es dar la vida por aquellos que amas, es servirles, aún que estés muy cansado (a), es ir más allá de lo que tu cuerpo y fuerzas puedan hacer. Pues el amor es el deseo de bendecir.

EL AMOR ES EL DESEO MÁS PURO DEL SER HUMANO.

EL AMOR ES ACCIÓN.

EL AMOR ES LEVANTAR.

EL AMOR ES DAR TODO LO QUE TENGO Y TODO LO QUE SOY…

AÚN NUESTRA PROPIA VIDA.

¿SABES AMAR DE ESTA MANERA?

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