“En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, …” (Efesios 1:11 RVR1960)
Una herencia es para los hijos, y el Señor no quiere que ignoremos que Su muerte en la cruz nos ha dejado nuestra más grande herencia y quiere que la tomemos para que seamos prosperados en todo.
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; …” (S. Juan 1:12 RVR1960)
ESTA ES LA HERENCIA DEL SEÑOR PARA SUS HIJOS:
PRIMERAMENTE, QUIERO QUE SEPAS QUE MI SANGRE LIMPIÓ TODO TU PECADO
“…la sangre de Jesucristo Su Hijo nos limpia de todo pecado.” (1 Juan 1:7 RVR1960)
Siéntete libre de toda condenación.
SEGUNDO, TE DEJO UNA SANIDAD FÍSICA
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” (Isaías 53:5 RVR1960)
TERCERO, TE DEJO SANIDAD DEL ALMA
Sé que hubo problemas familiares, problemas económicos, crisis matrimonial, personas que te humillaron, te dijeron palabras que te hirieron… Pero yo les dejo libertad.
“El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.” (S. Lucas 4:18-19 RVR1960)
Te he dado mi Palabra para que hagas conforme a lo que he escrito y que cada día veas todo lo que puedes cobrar y vivas en libertad y paz. Todo el testamento te lo dejo por escrito para que cobres cada una de las promesas que leas; que no ignores cuáles son tus derechos en Mí.
TU PADRE QUE TE AMA Y QUE HA DADO SU VIDA POR TI EN LA CRUZ.
Esta herencia es sólo para los hijos, pero Él desea abrir Su corazón para ti también si lo aceptas como tu Padre, tu Señor y Salvador.
“Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Hechos 2:21 RVR1960)
“Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” (Romanos 10:10 RVR1960)
Padre, hoy te acepto como mi Señor y Salvador, quiero ser llamado tu hijo, no sólo por la herencia que es preciosa para mi vida, sino por tu paternidad, que es por los siglos de los siglos. Amén. ¡GRACIAS PADRE!
¡HIJO, COBRA TU HERENCIA!
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