«Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.» (Proverbios 31:30 RVR1960)
Qué parámetros tan sencillos marca la palabra de Dios. Parámetros que no hablan de cosas físicas, sino del corazón, que, al final de cuentas, se hacen evidentes si nosotras trabajamos en ellas y las manifestamos.
La sociedad pone las medidas perfectas, según ellos, de belleza. Que descarta a todas las razas, color, cultura. Entonces es difícil llegar a alcanzar los estándares del mundo.
Pero en la Biblia es todo lo contrario, habla de lo interior; habla que engañosa puede ser la gracia, los talentos, tu carisma, tu encanto, tu hermosura, etc.
Porque lo que vale verdaderamente es la gracia a Dios en tu vida. Pero, sobre todo, es el temor de Dios en cada mujer el que va a subir el valor que tú tienes.
No va a ser elogiada la mujer de gran belleza, que no es malo ser bella, no va a ser elogiada la mujer llena de gracia y talentos ¡no! va a ser elogiada aquella que teme a Jehová. Porque el temor a Dios va a traer obediencia, amor, ternura, misericordia, gracia sobre gracia.
Porque el temor a Jehová saca lo excelente de cada una y hermosea el rostro.
Tanto, que la palabra la compara con piedras preciosas:
«Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.» (Proverbios 31:10 RVR1960)
MUJER, FUISTE DOTADA PARA LA MATERNIDAD, FUISTE DOTADA PARA EDUCAR, FUISTE DOTADA PARA GUIAR, FUISTE DOTADA PARA SER PROTEGIDA POR EL VARÓN, COMO DICE LA PALABRA.
NO TE MIDAS POR LOS PARÁMETROS DEL MUNDO, TOMA LOS ESTÁNDARES DE DIOS, PORQUE LO QUE ÉL HACE EN TU INTERIOR, SE REFLEJARÁ EN TU EXTERIOR, Y ENTONCES SERÁS LEVANTADA Y ALABADA. PORQUE ¡LA MUJER QUE TEME AL SEÑOR ESA SERÁ ALABADA!
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