Hoy hablaremos de virtudes esenciales en todo ser humano. El amor y la gratitud y agradecimiento que van de la mano.
Y hago mención de definición de gratitud y agradecimiento:
“La gratitud abre la totalidad de la vida, transforma lo que tenemos en suficiente y aún más, transforma la negación en aceptación, el caos en orden, la confusión en claridad, da sentido a nuestro pasado, trae paz a nuestro presente y crea visión para el mañana. (Melisa Beattie)
Agradecimiento es la acción de dar las gracias, pero puede estar asociado a la gratitud o no. Aquí la diferencia está en que si el gracias es automático, o si ésta surge de un sentimiento genuino de gratitud, que algunas veces no necesita palabras.
Y para entrar en el tema, quiero mencionar a dos personajes muy importantes que marcaron la historia de la humanidad con su ejemplo: María y José, los cuales tuvieron qué enfrentarse a una sociedad muy religiosa. Estoy segura que ella tuvo qué cambiar su mentalidad ante tal evento para llevar a Jesús en su vientre, ¿no es cierto? Y José, al aceptar a “su hijo”.
Tuvieron qué enfrentarse ante tal acontecimiento ya que en su época los hubieran apedreado hasta matarlos. Pero ante todo, ellos demostraron su amor para con el hecho grandioso de lo que eran objeto los dos, dar vida a un ser glorioso: Jesús. (Recordemos que José crió a Jesús como si fuera su hijo, pero no era el padre biológico, mas sin embargo José lo amó y lo cuidó.)
Ahí, en ese acto, María mostró su amor, gratitud, por haber sido elegida a acoger a tan maravilloso ser en su vientre. Ellos marcaron la diferencia en su época al practicar estas virtudes.
De la misma manera, nosotros, el día de hoy, tenemos qué marcar la diferencia, tenemos que cambiar nuestro chip, cambiar nuestra mentalidad, recapacitar hacia dónde vamos y, mejor dicho, hacia dónde queremos llegar y llevar a nuestra familia.
La sociedad quiere recuperar los valores que se han perdido, lo que es muy bueno.
¿Recuerdan que en las escuelas antiguamente enseñaban civismo? De esta manera entendíamos quiénes formaban una sociedad. Pero lamentablemente esta asignatura o materia desapareció del currículum; y la mujer comienza a ganar campo como ejecutiva, maestra, doctora, etc., aclaro que no es malo, pero no hay nadie que guíe en el hogar, en la familia, y los hijos quedan a merced de todos y de nadie a la vez.
Le queremos dejar la responsabilidad a los maestros de las escuelas, pero con tanto currículum por enseñar, no hay tiempo para transmitir principios; y también a la iglesia le queremos dejar la responsabilidad, eso sí, asistimos, pero ahí pasamos sólo unas dos horas una vez por semana.
No pasemos a otros la responsabilidad de la formación del carácter de nuestros hijos. Somos los padres, y mayormente nosotras, las mujeres, pues jugamos un rol muy importante y de influencia, sin ser feministas.
Nosotros primeramente debemos mostrar tales virtudes.
Cicerón dijo: “La gratitud no es la mejor virtud, es la madre de todas ellas”.
¿Por qué ser agradecidos?
Para empezar, la gratitud nos hace sentir bien. ¿No es cierto que cuando agradecemos nos sentimos felices (el esposo a la esposa y viceversa)?
Estudios han demostrado que la gratitud hace que nuestro cuerpo genere endorfinas, lo cual es benéfico para nuestro cuerpo, pues relajan las arterias coronarias, traen más oxígeno al cuerpo; nos pueden ayudar a manejar el estrés. Investigaciones han demostrado que los sentimientos de gratitud tienen un tremendo valor en ayudar a las personas a hacer frente a problemas cotidianos, especialmente el estrés.
Pero definitivamente lo que va a marcar nuestra vida y nuestro entorno, va a ser el amor. El diccionario lo define: intenso afecto por otra persona basado en lazos familiares o personales. El amor a los hijos es como el amor de María por Jesús: incondicional, ¿no es cierto? El amor cubre nuestras faltas y las corrige.
Como mujeres, como madres, como profesionistas, jugamos un papel predominante en la vida de aquellos que vienen atrás. ¡Seremos la diferencia para bien o para mal!
«E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y anduvo en el camino de su padre, y en el camino de su madre, y en el camino de Jeroboam hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel; porque sirvió a Baal, y lo adoró, y provocó a ira a Jehová Dios de Israel, conforme a todas las cosas que había hecho su padre.» (1 Reyes 22:52-53 RVR1960)
«Y Jehová estuvo con Josafat, porque anduvo en los primeros caminos de David su padre, y no buscó a los baales,» (2 Crónicas 17:3 RVR1960)
«E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Amasías su padre. Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días en que buscó a Jehová, él le prosperó.» (2 Crónicas 26:4-5 RVR1960)
¿VERDADERAMENTE HARÁS LA DIFERENCIA?
¡MUJER, TÚ DECIDES!
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