“Y Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado Gilgal, hasta hoy.” (Josué 5:9 RVR60)
¿Qué significaba Gilgal para Israel? Fue un lugar de liberación, lugar de perdón, lugar de santificación, lugar donde comenzaba una nueva vida.
El pueblo de Israel había vagado cuarenta años por el desierto; los que habían nacido en este peregrinar no habían sido circuncidados. Dios pide a Josué que circuncide al pueblo y Josué lo hace así.
Lo que pasó con el pueblo fue lo mismo que sucedió cuando estaban ante el Mar Rojo y el desierto, estaban viviendo la misma historia y el Señor les dijo:
“No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.” (Éxodo 14:13 RVR60)
Ahora estaban en la misma posición: el desierto detrás de ellos, un río por delante, pero siempre el poder de Dios con ellos. En la primera ocasión abrió un mar, y ahora secó un río, pero en los dos casos el pueblo pasó en seco. ¡ALELUYA!
Gilgal, representa liberación, representa santificación, representa fiesta.
Pero para recibir y hacer la fiesta, tuvieron que pasar por una circuncisión, una limpieza, una operación donde se quita lo que te está haciendo daño, lo que no te sirve, lo que tiene que ser quitado, porque más adelante están las promesa que el Señor tiene para ti y no las debes perder.
Es necesario pasar por Gilgal y ser liberados para recibir lo que Dios tiene preparado más adelante: ¡La Tierra Prometida! “Y Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado Gilgal, hasta hoy.” (Josué 5:9 RVR60)
Dios quitó la vergüenza de Su pueblo, quitó el yugo, los liberó de su opresor, pero tuvieron que pasar por una circuncisión dolorosa. De la misma manera a nosotros Dios nos ha dado La Tierra Prometida, pero nos encontramos con el desierto atrás y un río o mar por delante. ¡Llega a Gilgal, lugar de liberación y fiesta!
Como lo hizo con el pueblo de Israel, que les quitó el oprobio, toda la vergüenza, así lo va a hacer con nosotros, pues somos Su pueblo.
La Tierra Prometida está delante, no te detengas.
Sí, el pueblo tuvo que pasar una dolorosa circuncisión, una operación, pero después celebraron la fiesta de la Pascua. Deja que Dios limpie lo que te está estorbando para pasar a la “Tierra Prometida”, a lo que sigue. Deja que Él quite el oprobio, la afrenta, el deshonor, y disfruta lo que tienes en Gigal: ¡Libertad para continuar!
Sí duele ser podado, sí duele la circuncisión. Un desierto se encontraba tras Israel, delante un mar, delante un río, pero por el poder de su Señor, siempre iban hacia adelante, hacia La Tierra Prometida. ¡ALELUYA! Él quitó la afrenta, la deshonra, el oprobio de Su pueblo, ahí en Gilgal, y el pueblo hizo fiesta.
Esto quedó escrito para nosotros en este tiempo: “Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.” (Éxodo 14:13 RVR60)
“Y Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado Gilgal, hasta hoy.” (Josué 5:9 RVR60)
Lleguemos a Gilgal, dejemos que Dios nos limpie y extendámonos a lo que Él tiene por delante: “La Tierra Prometida”.
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