Los disfraces del orgullo II

Por Staff

“Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».” (Santiago 4:6 NVI)

 

No obstante que el orgullo se disfrace, tarde que temprano se deja ver. Y lo peor es que queda muy expuesto cuando vemos a los demás, pero cuando se trata de ver nuestras actitudes “nos ciega el orgullo” ¿No es cierto?

 

Veamos algunos disfraces:

 

FALSA HUMILDAD

Saúl deja ovejas para sacrificio a JEHOVÁ con una falsa actitud de humildad delante del Señor; pero nada hay oculto ante Dios, y le fue revelado al profeta. ¿A quién quería engañar? El orgullo te lleva a la mentira y a hacer cosas engañosas que tú crees que por la posición que tienes puedes hacer, pero no están correctas.

 

«Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido la palabra de Jehová. Samuel entonces dijo: ¿Pues qué balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis oídos? Y Saúl respondió: De Amalec los han traído; porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tu Dios, pero lo demás lo destruimos.» (1 Samuel 15:13-15 RVR1960)

 

RELIGIOSIDAD

«Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.» (S. Lucas 18:10-14 RVR1960)

 

“Yo nací en cuna cristiana”, “No me tienes que enseñar”, ” Tengo muchos años en el evangelio”; y otras frases más, que señalan que hay orgullo. Dios ve de lejos al soberbio.

 

INDEPENDENCIA

Esto es lo más dañino para el creyente: el creer que por sus capacidades, logros, conocimientos, posición económica… pueden vivir una vida cristiana sin Dios, sin reconocer que todo don perfecto y toda buena dádiva viene de Él.

 

Mira lo que pensó el que dirigía la ALABANZA en el cielo:

«Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.» (Isaías 14:13-14 RVR1960)

 

¿Pero cuál fu su fin? Fue desechado del cielo.

 

EL ORGULLO TERMINA CON LO QUE DIOS HA DISEÑADO

 

LOGROS

«Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria.» (Daniel 5:20 RVR1960)

 

«habló el rey y dijo: ¿No es esta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?» (Daniel 4:30 RVR1960)

 

Este pasaje habla de Nabucodonosor, del dominio de su reino, de cuánto creció su grandeza y su fama hasta el ensoberbecimiento; que pagó con creces, hasta perder la razón, andar desnudo y como bestia dice la Palabra en Daniel capítulo cuatro, hasta que reconoció, nuevamente repito, que todo don perfecto desciende del Altísimo.

 

«Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo.» (Daniel 4:2 RVR1960)

 

El orgullo mata, el orgullo destruye nuestro futuro y nuestro presente, el orgullo invita a hacer lo incorrecto, el orgullo rompe relaciones. El orgullo es una enfermedad muy dañina para nuestra vida.

 

¡PERMANECE EN HUMILDAD!

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