“…a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.” (Isaías 61:3 RVR60)
Pues ya se respira el aire de Semana Santa. Se escucha hablar de cenizas por algunos lugares.
Y qué terrible es poner nuestra vista sólo en este lado de la moneda; cuando en este tiempo se debe de hablar de triunfo, de alegría, de libertad.
Porque de eso es de lo que habla un lado de la cruz; y desafortunadamente el único lado que se tiene presente. Y ese lado es Muerte.
Pero la mejor parte habla de triunfo, de victoria, de sanidad, de libertad, de vida, de alegría, de amor, de benignidad, de eternidad, de gracia, de luz, de guía, de unidad, de paternidad, de herencia.
Dios nos entregó un Mediador, nos dio Su perdón, un Intercesor eterno, nos mostró humildad, tenemos un gran Redentor, una sangre poderosísima que hasta al pecado más negro lo transforma en blanca lana. Vas a decir: “¡Pero El murió!” ¡Pues aunque murió alcanzó triunfal victoria!
Sí, la cruz habla de muerte, pero lo que tenemos que hacer resaltar es que esa muerte vida dió ¡ALELUYA!
En este tiempo, no sólo debemos preparar nuestras vacaciones, de hecho es un tiempo de reflexión y agradecimiento en familia por todo los favores que Él nos dio en la cruz y no andar llorando sólo su muerte.
Esto es el plan del diablo, que esas lágrimas que estás derramando te cieguen y no puedas ver EL OTRO LADO DE LA CRUZ.
Para ver el OTRO LADO DE LA CRUZ, sólo basta dar un vistazo a lo que dice Isaías: “ordena dar gloria en lugar de cenizas; gozo en lugar de luto; alegría en lugar de espíritu angustiado.”
Esta Semana Santa, más que tus vacaciones, prepara tu corazón y el de tu familia, para recibir lo mejor de la Cruz.
No llores ¡alégrate! Tu Salvador ya vino, Él está a tu puerta, despierta en alegría; que tus penas se conviertan en gozo; arroja tus cadenas, porque este es tu día de liberación.
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