¿Y tus hijos?

Por Staff

«Generación a generación celebrará tus obras, Y anunciará tus poderosos hechos. En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, Y en tus hechos maravillosos meditaré. Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, Y yo publicaré tu grandeza. Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, Y cantarán tu justicia.» (Salmos 145:4-7 RVR1960)

 

Esta es una meditación para los papás, mamás, tíos, abuelos, futuros padres, y todos los que tienen contacto con niños.

 

¿Qué estamos dejando a nuestras generaciones? ¿Verdaderamente nos preocupa el futuro que vivirán nuestros hijos?

 

¡Necesitamos heredarles muy fuertes y buenos principios para enfrentar lo que van a vivir! ¿Lo estamos haciendo?

 

Quizá hemos escrito en el devocional sobre el mismo tema, pero debemos poner mucha atención en esto.

 

Generación a generación, dice la Palabra que anunciarán las maravillas de Dios, Sus portentosos hechos, Su magnificencia, Sus maravillosas misericordias, Su bondad… ¿Estamos teniendo cuidado de transmitirlo a nuestros hijos?

 

Queridos padres, debemos hacer un alto en nuestra vida y preguntarnos ¿Qué es lo más valioso que les voy a heredar a mis hijos?

 

Puedes heredarles casas, un buen nombre, carros, dinero, una carrera. Pero todo esto tiene un término. Sin lugar a dudas estamos a muy buen tiempo de recapacitar, de meditar lo que yo estoy haciendo con mi familia.

 

Tuve la oportunidad de hablar con un chico en una plaza, sabes que su madre no lo quiere, lo dejó con los abuelos, quienes al morir le dejaron un cuartito, los tíos lo quieren correr de su casa, no tiene a dónde ir. Y me pregunto ¿hacia dónde va la familia? Aún como cristianos ¿hacia dónde vamos?

 

Pero también pude escuchar con fuerza y con su vocecita a una niña cantar al Señor con todo su corazón, con un espíritu de adoración, que te movía a adorar a ti también. Eso es sólo una cosa: Seguramente que ella ha visto a sus padres adorar y ellos tienen cuidado de su vida espiritual, se preocupan hacia dónde van sus hijos, lo que les van a heredar espiritualmente hablando, para hacerlos fuertes en Dios y que nadie mueva su fe.

 

Otra pregunta ¿cuándo fue la última vez que tus hijos te vieron adorando y orando?

 

Querido papá, no es demasiado tarde; tu trabajo se acabará un día, tus fuerzas y  tu influencia sobre ellos también, entonces sembremos lo correcto en ellos desde ahora.

 

Tomemos las riendas de nuestra familia, pues todavía es tiempo: «Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.» (Isaías 55:6 RVR1960)

 

Te ruego que como familia busquen y alaben a Dios, oren a Él mientras pueda ser hallado. Sembremos recursos eternos, recursos que les ayudarán a levantar su vida, salir del pozo cenagoso, a levantar sus rostros y anunciar las poderosas obras de su Dios.

 

Cambiemos su futuro incierto sin Dios, a un futuro glorioso y eterno con Él.

 

Que no se oiga más de divorcios en familias cristianas, que no se escuche más: “mi madre no me quiere”. Que escuchemos decir a nuestros hijos: “Anunciaré y mis generaciones celebrarán Su gloria y dirán grandes cosas ha hecho JEHOVÁ y estaremos alegres”.

 

¡Es hoy cuando podemos enmendar lo que se ha roto en nuestras familias, recuperémoslas!

 

Manos a la obra, tienes otra oportunidad, no la desperdicies.

 

¿Tus generaciones publicarán Sus grandezas?

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