«No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos.» (Proverbios 3:7-8 RVR1960)
Hoy más que nunca nuestra vida debe de estar con gozo, con ánimo, pues se ha dicho que es necesario, para que nuestro sistema inmunológico esté fortalecido. Bueno, Jesús ya lo había dicho mucho tiempo atrás: “El gozo del Señor es nuestra fortaleza”, lo digo para ti y lo digo para mí.
La medicina para el día de hoy, y para todos los días de nuestra vida, está en las palabras de la Biblia:
«Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.» (3 Juan 1:2 RVR1960)
“Que tengas salud” ¡Él ya ha puesto todo a nuestra disposición, vayamos tras nuestra salud, tras la medicina!
¡Cuánto necesitamos que nuestra alma prospere! Pues es ahí donde el enemigo tratará de sembrar malos pensamientos y sentimientos, para caminar por la vida sin perdonar y culpar a todo el mundo de nuestro dolor.
Pero pongamos la Palabra ante todo, y confiemos que Él hará su parte.
¡QUE TENGAS SALUD!
Hoy más que nunca aferrémonos a la Palabra, pues ahí está nuestro socorro, Él lo dijo y Él lo hará:
«…y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.» (Éxodo 15:26 RVR1960)
¿Por qué nos pide esto? Si seguimos Su voz, tendremos paz; si hacemos lo recto, tendremos paz; si hacemos lo que dice, tendremos paz. Y Paz es sinónimo de bienestar, pues tu alma estará en descanso y plaga no tocará tu morada.
¡ÉL ES NUESTRO SANADOR!
«Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren.» (Deuteronomio 7:15 RVR1960)
Esta pandemia ha sido una plaga terrible en nuestro mundo pero leamos bien lo que dice Su Palabra: “quitará toda enfermedad”.
Confiésalo ahora mismo con todo tu corazón y Él te responderá.
¿Cuál es la receta? Teme a JEHOVÁ, apártate del mal porque esa será nuestra medicina y refrigerio. ¡ALELUYA!
¡SU PALABRA ES MEDICINA Y REFRIGERIO PARA NUESTRA VIDA, BUSQUÉMOSLA!
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