¿Cómo nos regimos en nuestra vida? ¿Quién nos dice cómo vestir, qué comer; pues hasta en esto hay modas; quién?
Esta sociedad tan cambiante, tan caprichosa, tan materialista, que desea estar siempre a la moda y sobresalir en todo, sin ningún objetivo preciso, sólo figurar.
¿Por qué dejarnos guiar por lo perecedero? Estamos en el mundo, pero no somos de este mundo, tal como lo dice esta cita bíblica:
«Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz.» (Efesios 5:8 RVR1960)
¿Por qué seguir la corriente de este mundo si ya hemos sido trasladados del reino de las tinieblas al reino de la luz?
Verdaderamente se necesita mucho compromiso, amor y un deseo de agradar a Dios en todo lo que hacemos, quizá por esto mismo se nos hace más fácil seguir la corriente de este mundo.
En la Palabra hay tantas cosas, si no estamos muy comprometidos con Dios, diríamos que Su reino es “un mundo al revés”, pero la verdad, es lo mejor para vivir quieta y reposadamente con el prójimo.
El mundo nos marca una manera de vivir, muy fácil, pero Dios nos dice cómo vivir mejor y feliz.
El mundo te dice “págale con la misma moneda”, ¿no es cierto? Pero el Señor nos manda a hacer de otra manera:
«Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;» (S. Mateo 5:39 RVR1960)
El mundo te dice que si tu vecino tira basura en tu puerta se la devuelvas, ¿qué hacemos nosotros? ¿Devolverla? Pero el vecino cae enfermo y se junta la basura ¿la juntamos y se la devolvemos? ¿Y además, nos alegramos de su situación?
(En este caso es sólo basura) Pero qué es lo que dice el Señor:
«Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo.» (Éxodo 23:5 RVR1960)
¿Qué es lo que hacemos con los que nos han hecho un mal?
El mundo nos dice: “ya no les hables; levántale la canasta, maldícelos…”
«Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;» (S. Mateo 5:44 RVR1960)
¡Ropa emblanquecida por sangre!
«Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.» (Apocalipsis 7:14 RVR1960)
Así es en el reino del Señor, la sangre roja del Cordero de Dios, el mejor detergente para blanquear nuestras vestiduras y limpiar nuestros pecados.
¡EXTRAORDINARIO! ¿VERDAD?
Hacer las cosas en este mundo al revés trae bendición:
«Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.» (S. Lucas 6:35 RVR1960)
Si razonamos el evangelio, diremos que es una locura, pero cuando amamos a Dios y Su Palabra, encontraremos que es grande el galardón que nos espera si le obedecemos. ¿Te parece un mundo al revés?
¿QUÉ DECIDES HACER TÚ?
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