«No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.» (Isaías 43:18-19 RVR1960)
Cuántas veces nos encontramos viajando en el túnel del tiempo y no vivimos el presente, pues estamos también trabajando para el futuro ¡qué contradictorio! ¿verdad?
Conociendo nuestras debilidades y la problemática de todo ser humano, Dios nos insta a no vivir en nuestro pasado.
¿A cuánta gente le pasa esto, cuántas familias están atrapadas en su pasado y dejan de vivir el aquí y el ahora?
Vivimos entrando en el túnel y nos perdemos en nuestro pasado.
«Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.» (S. Mateo 6:34 RVR1960)
Esta palabra de Isaías y Mateo, nos ordena “no traer a la memoria”; pues si lo pensamos y le damos rienda suelta a lo que nos hicieron, hirieron, cómo vivimos en nuestra familia, qué vida nos dieron nuestros padres… viviremos frustrados y no disfrutaremos de la familia. Cada día tiene su afán ¿no es cierto?
Desgraciadamente, esto es lo que se está viviendo en nuestra sociedad y por eso está tan debilitada y deteriorada. Pero hagamos un alto y dejemos de viajar en el túnel del tiempo, recordando lo que te hicieron, o no hicieron, lo que te faltó, lo que hicieron tus padres o no hicieron, lo que hubieras querido hacer y no lo hiciste, etc.
Él desea que vivamos una vida y la vivamos en abundancia.
Si ya “cada día tiene su afán”, lo estamos empeorando cargándole más a nuestro diario vivir, viviendo el pasado y el futuro.
Cuántos matrimonios están viviendo en el futuro trabajando para tener una casa, un carro, “una vida digna”, a precio muy alto: llevando a su hijo a la guardería dormido, y recogiéndolo por la tarde-noche dormido. Y todo esto para vivir en el futuro una vida digna, con todo confort.
¡No es viajando en el túnel del tiempo que viviremos una vida en abundancia!
Es viviendo el presente, con lo que Dios habla hoy. Disfrutemos del aquí y ahora delante del Señor; fortaleciendo en comunión la comunicación y lazos de amor con nuestros seres queridos.
No te pierdas en el túnel del tiempo, pues habrá oportunidad de recapacitar y volver a vivir el presente, y esperar el mover de Dios para tu futuro.
No corras cuando es tiempo de caminar; y no camines cuando sea el tiempo de correr.
«Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.» (Eclesiastés 3:1 RVR1960)
No te quedes en el pasado, porque cuando vivas tu presente, estarás preparando tu futuro.
Sólo recuerda: «Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.» (Eclesiastés 3:15 RVR1960)
«En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores.» (Salmos 31:15 RVR1960)
“NO TE PIERDAS EN EL TÚNEL DEL TIEMPO, VIVE CADA MOMENTO EN EL TIEMPO DE DIOS”
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