“Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.” (Oseas 6:3)
Pues hemos comenzado una año más, y es imposible no preguntarnos: ¿será mejor que el pasado 2020?
Pero nosotros como cristianos, debemos ocuparnos de otra cosa: de conocer a Dios y proseguir adelante.
Quizá sea difícil olvidar todo lo que vivimos el año pasado, y deseamos que sea diferente y que traiga mejores y no peores cosas.
Yo creo que no se trata de esperar o no lo mejor de un año nuevo; lo que podemos hacer es tener un pensamiento aferrado en quién es Dios, y los planes y pensamientos que Él tiene para nosotros, tal como lo dice en Su Palabra:
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” (Jeremías 29:11 RVR1960)
Por eso la Palabra nos insta a seguir adelante, a conocerle como Él es. A saber lo que piensa y los planes que tiene para nosotros, pues cada año trae lo suyo, cosas buenas, cosas malas, que desgraciadamente tenemos que vivirlas; pero lo que tenemos qué hacer es conocerle:
“Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.” (Jeremías 9:24 RVR1960)
Haciendo lo que dice Su palabra nos ahorraremos muchas decepciones, obstáculos que nos impiden ver Su gloria para seguir adelante.
Y una de las cosas que dice la Palabra es: que no nos toca saber los sazones ni los tiempos que Él puso en Su sola potestad. Lo que nos corresponde hacer es conocerle, así como el alba está dispuesta a salir cada mañana.
De esta manera tendremos paz y no viviremos angustiados por lo porvenir porque sabemos Sus planes para nosotros; y disfrutaremos de Su lluvia tardía y temprana, esto quiere decir de Sus bendiciones y Su paz que nos da el proseguir conociéndolo.
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