El verdadero y gran protagonista

Por Staff

“Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.” (Isaías 9:6 NVI)

 

En la noche de navidad, ¿qué ocupa el primer lugar? ¿La cena es protagonista? ¿El pavo? ¿Los invitados? ¿La misma familia? ¿Los regalos? ¿Las compras? Hay tantas cosas que pudieran ocupar ese lugar.

 

Pero la verdad es que esa fecha marca un período histórico en la vida de la humanidad: ¡EL SALVADOR DEL MUNDO NACERÍA!

 

Creo que es tiempo de resaltar lo más importante de esta fecha y darle el valor que tiene verdaderamente. Así es, la cena no es la protagonista, ni las compras, etc.

 

¡ES JESÚS! Dejó Su trono de gloria para venir a anular el acta que había contra nosotros:

“…anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.” (Colosenses 2:14-15 RVR1960)

 

Querido hermano (a), amigo (a), qué evento más importante es la noche de navidad. El día más importante de nuestra vida: ¡nuestra salvación! ALELUYA

 

Perdidos andábamos pero Él nos encontró y nos trasladó del reino de las tinieblas a Su reino de luz:

“…el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.” (Colosenses 1:13-14 RVR1960)

 

Esa noche, el Salvador del mundo se enfrentaba a todas las potestades de maldad, para darnos libertad por medio de la cruz (proféticamente). Vino a comprarnos con Su sangre preciosa y nos dio el perdón de nuestros pecados.

 

¿Crees ahora que todo lo demás es lo más importante?

 

Claro que es bueno hacer planes para nuestra cena, claro que nuestra familia debe tener un lugar importante, claro que es bueno disfrutar el pavo; es bueno tener todo esto en nuestros planes, pero lo más importante es que todo tiene su centro en Dios, y no lo podemos olvidar.

 

Nuestra vida está llamada a reconocerle a Él como el auténtico y verdadero ¡GRAN PROTAGONISTA!

 

Que en esa noche en que estaremos a la mesa, con nuestra familia, degustando una deliciosa cena, agradezcamos todos los beneficios que Su nacimiento trajo a la humanidad. ¡ALELUYA!

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